“Dios le dio una segunda oportunidad de vida, y es una alegría tenerlo de nuevo en casa. Cuando nos enteramos de lo sucedido no sabíamos qué hacer, pero Dios fue grande con nosotros que nos lo dejó”, comento un familiar al portal de Noticias del Valle de San Marcos.
Con el regreso de Escun Pacheco, terminó la incertidumbre que vivió la familia del migrante quienes vivieron momento de angustia al enterase en redes sociales que Celso Joaquín era uno de los heridos del terrible accidente del tráiler en Chiapas y que dejo 55 muertos.
Los Escun Pacheco, originarios de Pamezabal, Santa Lucía Utatlán, Sololá, viajaron a la frontera con México para reencontrarse y retornarlo a su vivienda.
Impresionante testimonio
Con fracturas en el cuerpo y afectado por la tragedia que vivió, el migrante fue entrevistado por el canal Megavisión del sistema de cable en Santa Lucía Utatlán. Su testimonio es desgarrador, le compartimos parte del su testimonio.
“Le doy gracias a Dios por haberme permitido nacer de nuevo. La tragedia fue un desastre donde todos tenían que morir, pero Dios es grande (…)”, mencionó el migrante.
El objetivo de Escun Pacheco era llegar Estados Unidos, ganar dinero y construir una casa para su familia. “Tenía sueños, pero la verdad no fue así. Dios sabrá por qué se dio esa tragedia”.
Al recodar lo que vivió durante la volcadura del tráiler el migrante lloró, y explicó: “El camión aceleró y en una vuelta por el peso de las personas que íbamos adentro se volteó. Unos íbamos parados, otros sentados, iban niños, mujeres. (…) Bendita pasarela porque a tres metros había un puente y un barranco; hubiera sucedido otra tragedia. Dios sabe por qué pasan las cosas”.
“En el momento – que el camión se accidentó – se escucharon gritos, llanto y lamentos de niños y mujeres. En ese momento no sentí (…), terminé en medio de los muertos. Les decía que se quitaran – porque – ya no aguantaba, muchachos quítense (…) pero esas personas ya estaban muertas (…)”.
“Cuando estaban todas las personas – muertas sobre mí– le pedí perdón a Dios (…) que se haga tu voluntad”, detalló.
“Yo quería ayudar a otros. Parándome sobre los muertos intente ayudar a una persona que íbamos juntos, quería ayudarle, le jale el brazo, tenía destrozada la cabeza, estaba para salir y me decía que le ayudara que lo llevara con su esposa (…), pero murió (…) era de Joyabaj, Quiché”.
“Una muchacha se quedó sin cabello y preguntaba dónde está mi pelo, qué le pasó a mi pelo. Era una tragedia que no le encuentro sentido. Vi la mano de Dios (…)”.
En otra parte de su relato, manifestó que cuando salió de entre los muertos y se sentó a la orilla de la carretera, “una señora me abrazo y me preguntó: “¿Estas vivo?” y le dije no sé si estoy vivo, reaccioné y luego me puse a llorar”.