“Parte de las tradiciones es colocar la imagen en un lugar especial y entregarle regalos, durante el día, como ofrendas económicas, flores, veladoras, licor y otros”, comentó Ajcalón.
Cruz Ajquiché, de la cofradía de San Simón, en Sololá, comentó: “El 28 de octubre es uno de los días especiales del año, pues tengo la oportunidad de agradecerle a Maximón por todo lo que me ha concedido, tales como la sanación de enfermedades y obtención de un empleo, y por eso este año contraté un grupo musical que deleitará con sus melodías durante dos días”.
El agricultor Roberto Castro contó que cada año viaja desde la capital para disfrutar de la fiesta, que aunque no es avalada por ninguna iglesia, se desarrolla con mucha devoción.
Lorenzo Pilo, guía espiritual, dijo que en muchas casas y negocios los pobladores tienen la imagen, porque creen que les da prosperidad.
En Santiago Atitlán, la celebración es más grande, pues se considera que es el nahual del pueblo, por lo que a la imagen la sacan en procesión y posteriormente se lleva a cabo una fiesta donde participan cientos de devotos.