Del impacto, los dos jóvenes murieron de forma instantánea a causa de los golpes.
La madre y dos hermanas menores de las víctimas quedaron desamparadas en Totonicapán, ya que sus dos parientes eran los que generaban ingresos para la familia.
Pablo Ordóñez, tío de los dos migrantes que perdieron la vida, dijo que debido a las pocas oportunidades de trabajo sus dos parientes viajaron, con el fin de brindar mejorar sus condiciones de vida.
“Con esta tragedia que enluta a la familia se van las esperanzas de lograr una mejor manera de vivir, pero lo que nos queda es lograr inhumar a nuestros familiares en esta comunidad”, expresó Ordóñez.
Resaltó que para la repatriación de los cadáveres necesitan unos Q115 mil. Añadió que no cuentan con la referida cantidad, por lo que hizo un llamado a las personas o empresas que deseen ayudarlo.