Mercedes García, del programa de Salud Sexual y Reproductiva, del Ministerio de Salud, indicó que 27 mujeres murieron en el 2010 en esas circunstancias, de las cuales unas 14 se encontraban en sus propias viviendas.
Las mujeres presentaron hemorragias durante el alumbramiento, lo que complicó los partos. “Fueron atendidas por comadronas, quienes tiene la dificultad de no contar con herramientas adecuadas”, expuso.
El resto murió en hospitales después de haber ingresado con complicaciones avanzadas, refirió García.
En el 2011, en Santa María Chiquimula fallecieron seis mujeres; en San Andrés Xecul y San Cristóbal Totonicapán, una en cada municipio; en San Bartolo y en Totonicapán, dos en cada uno; y en Momostenango, 15.
Este año solo se han registrado seis muertes maternas.
Piden ayuda
La comadrona Graciela Gutiérrez responsabilizó al personal y a las autoridades médicas por esas pérdidas, ya que ellas y las pacientes son objeto de maltrato. “Por eso las mujeres prefieren ir con nosotras, y no al hospital”, señaló.
Agregó que el sistema de salud falla al no tener personal médico que hable el idioma local.
“Médicos y enfermeras no entienden ni respetan la cultura de los pueblos y nos impiden que acompañemos a las pacientes a su ingreso al hospital”, denunció Gutiérrez.
La enfermera Rosario Orozco comentó que el programa para reducir el índice de muertes incluye capacitación y entrega de equipo a las comadronas.