Claudia Aguilar, joven participante, dijo: “El desafío es que la educación sobre sexualidad llegue a nosotros antes de que iniciemos nuestra vida sexual activa, para que tengamos la oportunidad de ejercerla libre y sanamente”.
Señaló que el problema es que este tema sigue siendo un gran tabú en la familia y en las comunidades, porque al hablar de ello argumentan que es pecado.
Miguel Ángel Tzoc, otro participante, expresó: “Es un derecho que tenemos como jóvenes de recibir una educación sexual integral, ya que es una necesidad para la niñez y la juventud, que son las más vulnerables y están en constante riesgo a contraer enfermedades infectocontagiosas y embarazos a temprana edad”.