Con pancartas y cintas naranja en los postes del alumbrado público, miembros de varias organizaciones —entre ellas Huellitas de Esperanza, Huellas de Xela y una asociación local— se unieron en una caminata que finalizó a un costado de la comuna local, para mostrar su inconformidad con esa decisión.
Elisa Nájera, de Huellitas de Esperanza, dijo que se unieron para demostrar a la población que están en contra del exterminio de perros, y que con eso se tirarían a la basura las jornadas de esterilización que se han llevado a cabo.
“Si apoyamos el exterminio quiere decir que estamos a favor del maltrato animal, y ellos merecen respeto y tienen derecho a la vida”, afirmó.
Una asamblea de alcaldes comunales de los 48 cantones confirmó que la disposición queda firme, debido a la proliferación de esos animales en las calles.