Entre sus experiencias, esta trabajadora resalta que a algunas personas les sorprende ver que una mujer maneje bicitaxi. Aunque recuerda que en dos ocasiones ha sido víctimas de asaltos.
“A las mujeres las invitó a que sigan adelante y que demuestren que tienen las capacidades suficientes para sobresalir en la sociedad”.
Luisa, quien es soltera y vive con sus padres, trabaja de 8 a 20 horas y a veces descansa un día a la semana. “La práctica me hace mantener el equilibrio del bicitaxi, ya son 15 años en esto”, expresa.
Agrega que está acostumbrada a trasladar a personas con distinto peso, pues el objetivo es dar un buen servicio. “A diario tomo vitaminas para tener fuerzas en este trabajo”, añade.
Junto a un grupo de compañeros, Luisa permanece en la zona 3 y presta servicio hacia distintos puntos del Centro Histórico. Sus tarifas oscilan entre Q2 y Q10.
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Óscar Salguero tiene siete años de ofrecer servicio de bicitaxi y recuerda que al principio fue difícil, pero con el tiempo logró mantener el equilibrio del vehículo, pues circulan en medio del tránsito de la ciudad.
Salguero, casado y con cuatro hijos, manifiesta que hay que trabajar duro para sacar adelante a la familia. “La voluntad de Dios nos ayuda, pues se necesitan fuerza para manejar el bicitaxi”, resalta.
“Hay personas que me motivan a seguir adelante. En una ocasión, una señora me dijo que este trabajo requiere fuerza y me dio Q10 de propina”, recuerda el padre de familia.