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Más brutal y más moderno: cómo el fenómeno de las Artes Marciales Mixtas está noqueando al boxeo

Fue una noche histórica, a la par de las grandes veladas que se han vivido en el Madison Square Garden (MSG), el templo deportivo que ha sido testigo de algunas de las peleas más importantes del boxeo.

Pero en la cartelera de este fin de semana no hubo ningún pugilista y tampoco un cuadrilátero, sino una jaula octagonal y varios de los mayores exponentes de las Artes Marciales Mixtas, la MMA, por sus siglas en inglés.

La oferta del UFC205, como denomina a sus eventos la principal promotora de la MMA en el mundo, el Ultimate Fighting Championship o UFC, prometía ser la más grande y exitosa hasta la fecha y la realidad superó con creces las expectativas.

El espectacular rodillazo volador a la cabeza que le dio la victoria al cubano Yoel Romero sobre el estadounidense Chris Weidman, el triunfo de Raquel Pennington que empujó a Miesha Tate a anunciar su retiro y el empate técnico de Tyron Woodley y Stephen Thompson crearon una noche única e inolvidable.

Y todavía faltaba la principal pelea de la cartelera entre el irlandés Conor McGregor y Eddie Álvarez.

McGregor, quien es la figura más popular y atractiva de la MMA, noqueó a Álvarez en el segundo asalto para arrebatarle el título mundial y convertirse en el primer luchador en poseer dos campeonatos mundiales en dos categorías al mismo tiempo: ligero y pluma.

Fue el colofón de un evento que terminó por confirmar el crecimiento de la UFC y de la artes marciales mixtas, que para muchos amenaza la supremacía que ha mantenido el boxeo entre los deportes de combate desde hace más de 100 años.

Récord tras récord

Según la revista Forbes el UFC205 no sólo se convirtió en el evento más lucrativo de la historia de la MMA, si no que además batió todos los récords de taquilla para el MSG al generar más de US$17 millones por la venta de entradas.

Esa cifra superó ampliamente lo que había logrado la pelea por el campeonato mundial de los pesos pesados de boxeo entre el británico Lennox Lewis y el estadounidense Evander Holyfield en 1999 (US$13,5 millones).

A esto hay que sumarle la nueva marca de suscriptores que pagaron para ver la pelea, que se estima estuvo rondando los dos millones.

Esta es la séptima vez que un evento del UFC supera el millón de suscriptores en los últimos siete años, algo que no ha podido hacer el boxeo desde el año 2000 sin la presencia de Floyd Mayweather o Manny Pacquiao.

Sin ellos en la ecuación (la pelea del siglo en 2015 atrajo a 4,4 millones de suscriptores), sólo hubo otros dos combates que superaron la barrera del millón: Lennox Lewis contra Mike Tyson en 2002 y Oscar de la Hoya versus Bernard Hopkins en 2004.

Más espectáculo

Si bien la pelea entre Mayweather y Pacquiao generó muchas expectativas, la realidad terminó siendo un fraude para la mayoría de los espectadores.

Nadie se acuerda de lo que ocurrió entre Lewis y Tyson o de la pelea entre De la Hoya y Hopkins.

Pero la sorpresiva derrota por sumisión de Ronda Rousey a manos de Holly Holm es algo que ha perdurado en el tiempo, así como la brutal forma en la que McGregor suele retirar a sus oponentes.

El brasileño Junior dos Santos, excampeón del peso pesado del UFC, aseguró que las artes marciales mixtas están superando al boxeo y en algunos países eso ya es una realidad.

En una investigación del medio irlandés The42.ie se muestra como el término UFC supera ampliamente a boxeo en las búsquedas en Google durante la última década.

Y en una noche en la cual coincidieron dos carteleras importantes de ambos deportes, el 27 de febrero de este año, fue la pelea entre Anderson Silva y Michael Bisping la que terminó siendo tendencia en Australia, Irlanda, Reino Unido, Holanda, Estados Unidos y Brasil, doblando en el número de menciones al combate entre los británicos Carl Frampton y Scott Quigg.

Tanto McGregor como Rousey han sido portada en la prestigiosa revista estadounidense Sports Illustrated, mientras que la estrella femenina del UFC se convirtió en la primera no boxeadora en salir en portada en los 93 años de historia de un medio de culto como es The Ring.

¿El comienzo?

Debido al vertiginoso crecimiento que ha experimentado la UFC en los últimos 12 meses muchos analistas consideran que el campo de acción de las principal promotora de las artes marciales mixtas todavía sigue siendo muy amplio.

Según la revista Forbes, la UFC registró un incremento de US$1.000 millones, un aumento de un 350% en comparación con el año anterior.

“La UFC enfrenta un fuerte reto: está en un momento en que debe crecer y volverse más rentable para sustentar el crecimiento que ha tenido gracias a su excelente trabajo de promoción”, explicó el periodista de la revista Mike Ozanian.

En julio de este año la promotora fue vendida a la empresa WME-IMG por unos US$4.000 millones gracias a un concepto de negocio basado “en las más grandes y mejores peleas para nuestros aficionados”, como señaló en su momento el presidente de la organización Dana White.

Las peleas se transmiten en más de 156 países y territorios, llegando a más de mil millones de hogares alrededor del mundo en 29 idiomas diferentes.

También cuenta con uno tres millones de seguidores en YouTube, cuatro millones en Twitter (incluyendo un incremento del 80% desde 2014) y cinco millones en Instagram (red que ha crecido en un 250% desde hace dos años).

Y un dato pensando en el futuro: el promedio de edad de los aficionados del UFC es de 37,8 años, entre 4,8 y 12,1 años más joven que los seguidores de las otras ligas en el deporte profesional de Estados Unidos, según publicó Forbes.

Es por eso que esta forma de combate primitiva y salvaje, que se ha convertido en uno de los espectáculos más atractivos del siglo XXI en el mundo de los deportes de lucha, está amenazando seriamente la supremacía del boxeo.

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