La Seleçao tiene la oportunidad el miércoles de encaminarse tras una pálida campaña con Dunga al frente de la verdamarilla, que nunca mitigó las heridas del fatídico Mundial-2014 en su casa.
La impensada realidad de Brasil es que marcha sexta en la clasificatoria sudamericana y en estos momentos está fuera del Mundial de Rusia-2018, disputadas seis de las dieciocho fechas.
“Debemos dar lo máximo pero sin hacer locuras. En especial, no podemos equivocarnos en la zona de defensa, porque es muy peligroso” el equipo caribeño, dijo Marquinhos, defensa del Paris Saint Germain.
Las declaraciones de Marquinhos son elocuentes de la filosofía que impulsa Dunga, priorizando el trabajo defensivo, aún con selecciones débiles como la de Haití.
Sin su astro Neymar, reservado para los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro-2016, Brasil debutó con un pálido empate 0-0 ante Ecuador, el colíder de la clasificatoria sudamericana junto a Uruguay.
Una bendición
En el campamento haitiano, todo es admiración y alegría por enfrentar a la pentacampeona del mundo.
El futbolista Jean-Marc Alexandre dijo que para él y sus compañeros tener la oportunidad de jugar ante un equipo de talla de Brasil era un más que un privilegio.
“Es una bendición, poder jugar ante Brasil. Los jugadores estamos viviendo un sueño que se está haciendo realidad. Todos pasamos algún día ante la televisión mirando jugar a Brasil y ahora estaremos nosotros en esa situación. Es una bendición”, dijo.
Haití cayó ante Perú 1-0 en el inicio del Grupo B pero a los sudamericanos no les resultó un camino de rosas.
Sin embargo, el equipo inca que dirige Ricardo Gareca es la única selección del grupo que puede sellar este miércoles el pasaporte a cuartos de final.
“Estamos muy enfocados en este partido, en hacer un buen juego frente a un rival de muy buen presente. Lo importante es tener la convicción y la seguridad de que podemos ganar”, señaló el 'Tigre' Gareca.
