El electrónico se mantuvo a cero hasta que la estrella del Arkhangelsk, Oleg Pivovarov, marcó deliberadamente tres tantos contra su equipo.
El jugador buscaba asegurar la derrota para evitar en la primera vuelta de los play-offs al vigente campeón, Enissei Krasnoiarsk.
Los miembros del Baikal-Energy respondieron con nueve goles consecutivos en su contra antes de que el Arkhangelsk marcara ocho tantos en sus propia portería, asegurándose así su derrota.
“El resultado del encuentro entre el Vodnik Arkhangelsk y Baikal-Energy fue anulado. Un nuevo partido tendrá lugar el 3 de marzo”, declaró la Federación Rusa de Bandy en un comunicado de prensa.
El presidente de la federación, Boris Skrounnik, denunció una “provocación” y prometió “medidas muy severas contra los jugadores y los entrenadores de ambos clubes”.
“Por un lado, es una provocación y, por otro lado, es realmente una estupidez”, declaró Skrounnik a la agencia de prensa TASS.
En un comunicado de prensa publicado por la página web oficial del club, el Baikal-Energy presentó sus disculpas a los aficionados por “haber sucumbido a la provocación” de su adversario.
El bandy, cuyos orígenes se remontan a la Edad Media, es popular en los países escandinavos y en el interior de Rusia, sobre todo en Siberia, donde alrededor de unas 5 mil personas de media asisten a los encuentros importantes.