Budapest decidió retirarse después de que un nuevo grupo político pareciera haber reunido firmas suficientes como para forzar un referendo en la ciudad sobre la candidatura. El gobierno del primer ministro, Viktor Orban, dijo que el cambio de opinión de políticos opositores que antes apoyaban la iniciativa había roto el consenso al respecto.
La moción para retirar la candidatura fue aprobada con 22 votos a favor y seis en contra. El respaldo fue de los concejales del partido Fidesz de Orban.
“Todo lo que está pasando, no tiene que ver con el deporte”, dijo el alcalde Istvan Tarlos durante el acalorado debate en la sesión extraordinaria de la asamblea. “Lo más triste… es la imagen del país que estamos dejando en el extranjero con este circo de los Juegos Olímpicos”.
La oposición dijo que el gobierno de la ciudad estaba fallándole a los votantes al evitar que expresaran su opinión sobre la candidatura.
“Si más de un cuarto de millón de ciudadanos de Budapest determinaron que quieren decidir la candidatura olímpica en un referendo, lo correcto es que les demos la oportunidad”, dijo Antal Csardi, del partido La Política Puede Ser Diferente.
El grupo político Impulso recopiló más de 266 mil firmas en 30 días para realizar la votación. Otros partidos de oposición ayudaron en el esfuerzo, que consiguió muchas más del mínimo de 138 mil firmas necesarias para obligar a las autoridades a realizar el referendo.
La oposición también criticó al gobierno por aparentemente no cumplir su promesa de realizar las obras de infraestructura relacionadas con los Juegos incluso si la ciudad no ganaba la sede.
Analistas políticos señalaron que celebrar el referendo y mantener el tema sobre la mesa durante meses no favorecía a los planes de Orban de presentarse a un cuarto mandato en los comicios previstos para abril de 2018.
Hamburgo y Roma también retiraron sus candidaturas para 2024.