Jones afirmó que había tomado una píldora para mejorar el desempeño sexual, pero terminó dando positivo por dos antiestrógenos prohibidos.
La Agencia Antidopaje de Estados Unidos, encargada de los análisis en la UFC, declaró que Jones no podía pelear. Remitió el caso al panel de arbitraje, que ratificó la suspensión máxima de un año, tras señalar que “el nivel de la falta” en que incurrió Jones “rayó en la negligencia”.
Jones podrá combatir de nuevo a partir del 7 de julio de 2017.
La UFC emitió un comunicado, en el que afirmó que estaba al tanto de la suspensión por un año, a partir del 6 de julio.
“Aunque la decisión no muestra evidencias de que Jones haya utilizado intencionalmente sustancias prohibidas, sí pone de manifiesto el cuidado y diligencia que se requiere por parte de los deportistas que compiten en la UFC para garantizar que ninguna sustancia prohibida entre a su organismo”, añade el comunicado de la organización promotora.
Jon Jones suspended one year by USADA for doping (@marc_raimondi) https://t.co/mkRSRSaNRv pic.twitter.com/zxsecHqeVq
— MMAFighting.com (@MMAFighting) November 7, 2016