El viento y la lluvia facilitaron la selección en esta etapa con elementos meteorológicos muy cambiantes.
Nibali, Quintana y los franceses Thibaut Pinot y Jean-Christophe Péraud fueron los grandes perdedores de la jornada, que cedieron tiempo respecto a Contador y Froome, los dos favoritos presentes en el grupo de cabeza.
Quintana se vio sorprendido por un corte en el pelotón cuando quedaban unos 60 kilómetros para la meta, igual que su compañero del Movistar, Alejandro Valverde, y Péraud.
Nibali, que figuraba en el primer grupo, se quedó retrasado tras una aceleración del equipo Lotto, unos diez kilómetros después, junto a Pinot y al vencedor de la contrarreloj de la primera etapa en Utrecht, el australiano Rohan Dennis.
Los dos grupos, distanciados alrededor de un minuto por el primer pelotón de 26 ciclistas, juntaron esfuerzos a 35 kilómetros de la meta para intentar limitar la pérdida de tiempo.
Pero el empuje de los compañeros del británico Mark Cavendish y de los hombres de Contador, relevados hacia el final por los del estadounidense Tejay Van Garderen, aumentó la ventaja en los diez últimos kilómetros.
De este modo, Froome es el mejor situado entre los favoritos, décimo en la general, a 48 segundos de Cancellara, Contador es 14º a 1 minuto justo del líder, mientras que Nibali es 33º, a dos minutos y nueve segundos del primero, y Quintana ocupa el puesto 44º, a 2 minutos y 27 segundos del suizo.
En la meta, Greipel derrotó por poco al eslovaco Peter Sagan en un esprint lanzado por Cavendish. Pero el británico, que buscaba su 26º triunfo de etapa, solo pudo ser cuarto.
Con su tercera plaza, Cancellara se hizo con una bonificación de cuatro segundos, que le ayudó a hacerse con el primer puesto en la clasificación general.
A sus 34 años, “Spartacus” se hizo con el 29º ‘maillot’ amarillo de su carrera, siendo el último que había logrado en 2012.
Greipel, de 32 años, logró, por su parte, su séptima victoria de etapa en el Tour desde 2011.