Holcomb presentó un plan de cinco etapas para que Indiana “vuelva a la pista” con el objetivo de que todas las áreas del estado alcancen el nivel final, que incluye el regreso a los eventos deportivos, el 4 de julio, el feriado por el Día de la Independencia de Estados Unidos.
Ese sábado también es la fecha en que la pista de carreras, sede del clásico oval de las 500 Millas de Indianápolis, ha programado un proyecto de ley con eventos de automovilismo de la IndyCar.
Si bien las pautas de distancia social permanecerían vigentes en la quinta etapa, el plan permitiría a los espectadores estar en partes de los extensos stands (espacios para público) alrededor del famoso óvalo de 2 y 1/2 millas (4 km).
“Por supuesto, esta hoja de ruta está sujeta a cambios. Se proporciona nueva orientación regularmente y se sabe más sobre la enfermedad todos los días, por lo que se actualizará en el camino”, advirtió Holcomb.
El virus ha obligado al circuito a cambiar su programación normal de carreras: la 104 edición de las 500 Millas de Indianápolis se trasladó del 24 de mayo al 23 de agosto y el Gran Premio de Indianápolis de IndyCar fue movido del 9 de mayo al 4 de julio junto con la Asociación Nacional de Carreras de Autos Stock Car (NASCAR).
La IndyCar está programada para regresar el 6 de junio en Fort Worth, Texas, con paradas a fines de junio en Road America en Wisconsin y Richmond, Virginia, pero ningún plan existente permitiría que los espectadores asistan ya que las reglas de permanencia en el hogar siguen vigentes en la mayoría de los Estados Unidos.
La NASCAR ha anunciado planes para cuatro carreras de nivel élite y siete en total en pistas en Carolina del Norte y del Sur en mayo, pero todas se llevarían a cabo sin espectadores.
El US PGA Tour (golf) también ha programado un regreso para junio, pero planea organizar sus primeros cuatro eventos sin espectadores.
A partir de ahora, el primer torneo de golf programado que podría permitir a los fanáticos sería el John Deere Classic del 9 al 12 de julio en Silvis, Illinois.
