“Espero que lo consiga (la presidencia de la IAAF) porque creo que puede cambiar el atletismo. Lo que hizo en Londres-2012 (presidente del Comité de Organización) fue increíble, así que creo que haría un gran trabajo”, comentó Farah.
“No quiero que le pase nada malo al atletismo porque es el deporte al que me dedico y al que amo”, apuntó.
Al ser preguntado sobre qué cree que debe cambiar en el mundo del atletismo, Farah puso de ejemplo el atletismo británico y sus sistema de control.
“Si cada país lo hiciera así, habría un gran cambio, se cambiaría mucho”, estimó.
Las palabras de Farah y la elección del nuevo presidente de la IAAF llega en un momento crítico para este deporte, en medio de publicaciones en los medios sobre una amplia sombra de dopaje que oscurece los resultados de los últimos años.
El propio Mo Farah se ha visto recientemente salpicado por especulaciones y sospechas. Su entrenador estadounidense Alberto Salazar fue acusado en un documental de la BBC de promover prácticas irregulares con otros de sus pupilos.