Kyrgios se enfrentará en la siguiente ronda al estadounidense John Isner, decimosexto favorito, que superó al brasileño Thomaz Bellucci por 7-6 (7/5), 6-7 (11/13) y 6-1.
El jugador australiano, de 20 años, ya había dado muestras de su falta de complejos en 2014, cuando dejó fuera de Wimbledon al español Rafael Nadal, entonces número 1 del mundo.
Este miércoles en Madrid, Federer no pudo sentirse cómodo en ningún momento ante un rival ambicioso y que no tuvo miedo para asumir riesgos.
“Esperaba un partido difícil. Él tiene un saque maravilloso, con un gran potencial. Llegará a las mejores posiciones (del ránking) si trabaja duro. Mi problema ha sido no poder responder a su primer servicio“, admitió Federer.
El mayor oficio del suizo le permitió llevarse el primer set en el ‘tie break’, pero en el segundo Kyrgios se rehizo y siguió plantando batalla al primer cabeza de serie.
La segunda manga se fue también a la muerte súbita y allí la fortuna sonrió al australiano, con lo que el partido se fue al tercer set.
Allí Federer falló puntos fáciles y vio cómo el partido seguía en igualdad, hasta el ‘tie break’ decisivo.
El suizo se resistió allí y llegó a levantar cinco bolas de partido en el juego decisivo, antes de Kyrgios sellara su clasificación para octavos y diera la gran sorpresa.
“Antes del partido no me sentía nervioso. He jugado bien últimamente en tierra batida, así que sabía que tenía opciones de hacerlo bien. Me he centrado en hacer mi juego, he sacado bien y he ganado. El saque es mi arma“, declaró el australiano.