Las dos últimas etapas de montaña franquearán cotas de más de 2 mil 700 metros, el Agnel para llegar a la estación de esquí francesa de Risoul y la Bonette para ir a SantAnna di Vinadio en la víspera de la llegada (29 de mayo a Turín).
Si las condiciones meteorológicas permiten utilizar estas carreteras, entre las más altas de Europa, los escaladores se verán beneficiados en esta edición. Especialmente porque una de las tres etapas contrarreloj será en las pendientes del Alpe di Siusi (10,8 km).
El ciclista italiano Ivan Basso, dos veces ganador del Giro de Italia y que abandonó el pasado Tour de Francia tras deterctársele un cáncer testicular, anunció su retirada como profesional este lunes.
Durante el acto de presentación de la próxima edición de Giro, Basso, de 37 años, anunció su adiós: “Para mí no es un día triste, puesto que sé que continuaré ligado al mundo del ciclismo”, señaló.
“No quiero acabar mi carrera totalmente agotado. Ha habido un momento en la temporada en la que comprendí que no podía seguir corriendo más. Quería tener energía para mi familia y mi nueva vida”, concluyó Basso, ganador del Giro en 2006 y 2010 y con dos podios en el Tour (tercero en 2004 y segundo en 2005).
Basso también estuvo dos años suspendido por dopaje (2006-2008) tras estar implicado en la Operación Puerto (una red de dopaje sanguíneo que operaba desde España).
En la víspera, está prevista otra gran etapa de montaña en los Dolomitas. Los cuatro altos míticos (Pordoi, Sella, Gardena, Campolongo) que rodean el corazón del macizo montañoso, además del Giau y el Valparola, están programados de camino a Corvara.
Terreno variado
La salida desde Apeldoorn, donde el Giro comenzará el 6 de mayo con una contrarreloj de 9,8 kilómetros, está muy lejos. Tanto que el traslado será aéreo desde el suelo holandés -tercera salida desde Holanda en la historia de la carrera rosa- a Calabria, al sur de la península itálica.
El ascenso por el país evita otro traslado de importancia. Se llegará a la Toscana (9ª etapa) para una contrarreloj exigente, sin ningún llano, de 40,4 kilómetros por los viñedos de Chianti, tres días después de una llegada en los Abruzzos que debería marcar las primeras diferencias.
El italiano Vincenzo Nibali, que inscribió su nombre en el palmarés del Giro hace dos años, se felicitó de que hubiera tanta variedad en el programa.
“Parece que será una edición muy intensa. Habrá tres cronos que tendrán un papel clave en la clasificación final, al igual que algunos puertos duros. Me gusta”, resumió el vigente campeón de Italia.
Nibali, vencedor el domingo del Giro de Lombardía, dispone de un terreno variado para marcar diferencias y suceder al español Alberto Contador, que seguramente no defienda la corona obtenida en 2015.
Nibali señaló como etapas decisivas las de los Dolomitas y la crono del Alpe di Siusi, antes de la última semana.
Contador, por su parte, insistió en la importancia de ser constante a lo largo de tres semanas, tanto en la contrarreloj como en la montaña, evocando al Agnel antes de la llegada a Risoul: “A cierta altitud, puede hacer mucho frío en mayo” .
RCS, la sociedad organizadora, enumeró las cifras: tres contrarrelojes individuales, siete etapas para los velocistas, siete de media montaña, cuatro de alta montaña y un desnivel total de 42 mil 200 metros.
El Giro, que parte por duodécima vez desde el extranjero (la cuarta vez desde 2010) sigue fiel a su tradición reciente, proponiendo un recorrido montañoso pero humano en su 99ª edición, aunque se suban las cotas más elevadas.