El tenista de Canberra, de 21 años, perdió el miércoles contra Zverev (110 de la ATP) en dos sets por 6-3 y 6-1, tres días después de haber conquistado en Tokio su tercer trofeo de la temporada.
Capaz de lo mejor y de lo peor, Kyrgios fue avisado por el árbitro, que le pidió más intensidad, después de haber jugado un saque como un debutante en el tenis, lo que le costó la rotura del servicio y un 4-1 en contra en la primera manga.
Este aviso no frenó al australiano. Al inicio de la segunda manga, con 1-1, se dirigió hacia su silla antes incluso de que botara el servicio de Zverev. Finalmente en la bola de partido restó con un globo sin fuerza, un auténtico regalo para su adversario, que no desaprovechó la ocasión.
Además, el número uno australiano se dirigió a un espectador en el medio de un juego porque le silbaba. Fue sancionado por decirle una grosería.
Este comportamiento le costó salir entre silbidos y abucheos de la pista.
“No lo entiendo, no les debo nada. Si supieran de lo que hablan estarían en una pista de tenis y tendrían éxito”, dijo más tarde Kyrgios.