El miércoles rechazó participar en una gran exhibición promocional organizada por los propietarios de la Fórmula 1 en el centro de Londres, en Trafalgar Square, al contrario que el resto de pilotos, entre ellos Vettel.
Pese a la insistencia de Liberty Media, los patrones estadounidenses de la Fórmula 1, Hamilton prefirió mantenerse al margen tras unos días de descanso en la isla griega de Mikonos en compañía de la top model canadiense Winnie Harlow.
“Tengo muchas ganas de reencontrarme con mi público”, había afirmado unos días antes Lewis Hamilton, de 32 años, tras el Gran Premio de Austria, donde terminó cuarto.
El tres veces campeón mundial (2008, 2014, 2015) espera poder reencontrarse con la victoria para tranquilizar un poco los ánimos, tras unas semanas en las que se ha mostrado algo nervioso.
Pulso a tres
Pero el suyo no será el único Mercedes a tener en cuenta, ya que el finlandés Bottas también está en la pelea y ganó en la última carrera en Austria, lo que ha hecho que el Mundial ya no sea un simple pulso Vettel-Hamilton.
“Está únicamente a 15 puntos de mí, lo que significa que está más cerca de mí de lo que yo estoy del liderato del Mundial” , constata Hamilton, a 20 unidades de Vettel.
“Valtteri ha hecho un trabajo fantástico en Austria y estoy seguro de que luchará por el título hasta la última carrera de la temporada”, asegura.
Lewis Hamilton tiene frente a sí el reto de tener que vigilar a más de un piloto, algo que no le ha ocurrido en los últimos años, en la que la rivalidad era principalmente con su compañero de escudería, el alemán Nico Rosberg.
Entre 2014 y 2016, Hamilton consiguió 31 victorias y quedó 12 veces segundo en 59 carreras. La realidad ahora es diferente -ya no gana con la misma asiduidad- y el inglés parece no haberse acostumbrado por completo a ello.
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Desde el principio de la temporada, Hamilton ha sido incapaz de salir campeón en dos carreras consecutivas.
Venció en Canadá, pero en las dos últimas citas no lo logró, viendo cómo las victorias eran para el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) en Azerbaiyán, en una carrera en la que Hamilton y Vettel se enfadaron sobre la pista en un momento de gran tensión, y para Bottas en Austria.
HAM: "It's good to be here. I've come here excited for race weekend as always. It's an incredible, intense weekend" #BritishGP 🇬🇧 pic.twitter.com/ZncnQ7VLMO
— Formula 1 (@F1) July 13, 2017