Nadal terminó con sabor agridulce una semana en la que se reencontró con su tenis, llegando a ganar con autoridad a rivales peligrosos como el búlgaro Grigor Dimitrov en cuartos y el checo Tomas Berdych en semifinales, pero donde no pudo plantar batalla a Murray en la lucha por el título.
En el Masters 1000 de Montecarlo, primer gran cita de la temporada europea sobre tierra, Nadal cayó en semifinales contra el número uno Novak Djokovic, pero decepcionó días más tarde al perder en octavos de Barcelona ante el italiano Fabio Fognini.
El lunes, Nadal caerá al número 7 de la lista de la ATP, ya que defendía los puntos conseguidos el pasado año en Madrid como campeón.
El público de la Caja Mágica de Madrid se quedó sin poder celebrar el que hubiera sido el sexto título de Nadal en la capital española.
Murray conquistó el torneo por segunda vez en su carrera, después de 2008, cuando el torneo de Madrid se jugaba en pista cubierta bajo techo. Un año más tarde la cita madrileña se cambió a tierra batida y se desplazó en el calendario de octubre a mayo, para que sirviera de preparación para Roland Garros.
El británico añade con sus coronas en Múnich y Madrid su nombre a la lista de favoritos para la gran cita parisina, que comienza el domingo 24.
“Ganar a Rafa en España es algo muy difícil, pero para esto jugamos al tenis, para partidos así. Una de las cosas más difíciles que se pueden lograr en el tenis es ganar a Rafa en tierra batida”, comentó Murray.
“Voy a tratar de seguir jugando bien las próximas semanas, Roland Garros está ya a la vuelta de la esquina”, apuntó.
En Madrid no ha participado en esta edición el número uno mundial, el serbio Novak Djokovic, y el número dos, el suizo Roger Federer, quedó eliminado por sorpresa en los octavos de final por el joven australiano Nick Kyrgios.
Superioridad evidente
En la final del domingo apenas hubo tensión competitiva y Murray demostró desde el principio que sus argumentos eran más sólidos.
Nadal encadenó los errores (12 puntos perdidos de los 14 primeros jugados) y Murray se puso rápido con 3-0 a favor.
Esa ventaja dejó al escocés en una posición cómoda y no desperdició la ocasión de llevarse por 6-3 el primer set, en el que Nadal no consiguió romper el servicio del británico.
En el segundo, Murray marcó también el tono desde el principio y rompió en dos ocasiones de entrada el saque del español, para ponerse primero 3-0 y luego 4-1. Nadal, una sombra del jugador que se ganó en su día el sobrenombre de ‘rey de la tierra batida’, tampoco pudo hacer nada ante el servicio de su rival, que con un tranquilo 6-2 selló su victoria.
Nadal tendrá que mejorar mucho si quiere aspirar en Roland Garros a elevar a diez su récord de títulos.