Nadal volvió a despedirse una vez más de su Grand Slam menos exitoso, donde cuenta con tan sólo una corona, tras sucumbir ante el alto nivel tenístico propuesto por Thiem que remontó tanto una bola de set al resto en la primera manga, como un 2-4 en el segundo parcial.
Su derrota, además, le privó de conseguir el hito de convertirse en el primer jugador en la historia en conseguir cada uno de los torneos Grand Slam por partida doble.
El partido arrancó a un ritmo endiablado por parte de ambos tenistas y los largos e intensos peloteos no tardaron en hacerse un espacio en la Rod Laver Arena.
Fue el español quien dio el primer zarpazo al resto tras convertir una rotura en blanco para imponer el 3-5 a su favor después de haber conseguido tan sólo un punto con el servicio del austriaco hasta ese momento.
Sin embargo, Thiem no se acongojó y salvó una pelota de set al servicio de Nadal que le ayudaría para hacer realidad el ‘contra-break’ que alargaría el set al desempate definitivo.
Empezaría de nuevo respondiendo al resto el número uno mundial y, del mismo modo que ocurrió a lo largo del set, el joven de 26 años volteó la situación con dos mini-roturas que acabarían siendo decisivas para la adjudicación del primer parcial.
Bajó de revoluciones el austriaco tras el arranque del segundo parcial, como consecuencia de la intensidad marcada en el primero, y Nadal se escapó pronto con una rotura para establecer el 4-2 a su favor.
Durante ese juego al saque, el de Manacor recibió una advertencia tras agotar el tiempo permitido para ejecutar el servicio y discutió verbalmente con la jueza de silla francesa Aurelie Tourte a la que dijo. “No te gusta el buen tenis”.
Thiem, que siguió concentrado en el partido, retomó su mejor versión e igualó tras sorprender el servicio del mallorquín por segunda vez en el encuentro.
Siguió igual de desatado en el segundo desempate y Thiem hizo retumbar el escenario tras colocar un rotundo 4-0 inicial que sería suficiente para adjudicarse también el segundo set del partido.
Las aguas volvieron a calmarse y ambos jugadores se distanciaron de sus posibilidades por sumar al resto por lo que el parcial volvió a dirigir, por tercera vez, el camino del desempate.
Sin embargo, esta vez sí que tendría efecto en el marcador la rotura que el balear consiguió con el 5-4 a su favor para conceder al público un asalto más de una lucha trepidante.
El cuarto set, que resultaría el definitivo, contó con una tempranera rotura del austriaco que pilló de sorpresa a un Nadal que acaba de insuflar nueva energía tras la consecución del tercer parcial.
Le tembló el pulso por primera vez en el partido al joven de Wiener Neustadt (Austria) y Rafa consiguió una rotura sobre la bocina para igualar el set a cinco iguales.
Sorprendentemente, el austriaco se recompuso a los pocos minutos del mazazo recibido cuando se disponía a cerrar el partido y se llevó un emocionante desempate por 8-6 tras más de cuatro horas de esfuerzo.
Tras su eliminación el balear no podrá igualar con veinte títulos Grand Slam al suizo Roger Federer que disputará este jueves las semifinales ante el serbio Novak Djokovic.