En dos horas y 34 minutos, el manacorí, cabeza de serie número diez en La Catedral, llegó a la capital británica tras caer en cuartos de final de Roland Garros y habiendo disputado dos torneos sobre hierba (Stuttgart y Queens).
Pese a su triunfo en Alemania hace poco más de tres semanas, no parece Rafa sentirse cómodo sobre la hierba londinense, donde ha sido eliminado los últimos tres años en segunda ronda, primera ronda y cuarta ronda, respectivamente.
El excéntrico Brown, que llegó al cuadro principal del All England Club tras pasar las rondas previas, ya había derrotado al ganador de 14 grandes en su único enfrentamiento previo: sobre el pasto del torneo de Halle el pasado año (6-4 y 6-1).
“Venir de la previa y jugar en la pista central, donde no había estado antes, es maravilloso. Pensé que iba a notar los nervios, pero este encuentro fue similar al de Halle”, afirmó un emocionado Brown tras el choque.
“No tenía nada que perder. Ante Rafa tienes que jugar y emplearte al máximo. He tenido la suerte de enfrentarme a él sobre hierba, mi superficie favorita. Desde luego, no querría que jugáramos en ningún otro sitio”, declaró.
Este rastafari de 196 centímetros de estatura, admirador de Bob Marley, de quien tiene un tatuaje en el costado izquierdo, desarmó a Nadal con un juego efectivo en su superficie preferida: servicio y volea, servicio y volea, servicio y volea.
Así fue, durante más de hora y media, todo el encuentro de un Brown exultante, al que le entraba todo (77 % de puntos retenidos con su primer servicio, que se elevó a un 80 % y a un 89 % en el tercer y cuarto set).
El primer juego del partido, el choque que cerraba la pista central en la cuarta jornada de Wimbledon, fue un presagio de lo que iba a ser el partido: en blanco para el alemán, con tres subidas a la red y sus correspondientes voleas, y un saque directo.
Mientras a Brown le entraba todo, Rafa no conseguía superar los casi dos metros de su rival cuando este subía a la red con su clásico passing shot, desaparecido hoy.
El de Manacor mejoró ligeramente su tenis en la segunda manga, pero esta mejoría fue un mero espejismo, y Brown cerró el partido en su tercer “match point” con un contundente 6-4 y 6-4 en los dos últimos sets.
Así, el manacorí, al igual que sucedió en las últimas temporadas en Londres, se despide del “major” británico a las primeras de cambio ante rivales de menor entidad, clasificados en el puesto 100 de la ATP o menor.
En 2012, fue Lukas Rosol, entonces cien del mundo, quién vivió su noche de gloria en la capital británica apeando a un Nadal que venía de ganar Roland Garros.
Un año después le tocó el turno a Darcis: el belga, 135 de la ATP, se deshizo de un pobre Nadal en tres sets; mientras que el pasado curso fue el joven e irreverente Kyrgios, entonces de 19 años, el que apeó al español, quien en ese momento lideraba el ránking mundial.
Este jueves también avanzaron Roger Federer, Andy Murray y Petra Kvitova, vigente campeona en Wimbledon.