Pero el Nadal de 2016 se parece poco al jugador diezmado por la presión y la ansiedad del año pasado. Esta temporada ha recuperado su mejor nivel en su superficie fetiche con dos títulos consecutivos en Montecarlo y Barcelona, en el inicio de la ruta para intentar conquistar su décima corona de Roland Garros (22 mayo-5 junio).
Con 49 títulos de polvo de ladrillo en su palmarés, tantos como el mítico argentino Guillermo Vilas, Nadal buscará en la capital española situarse como rey absoluto de esta superficie.
¿Será el favorito para Roland Garros?
La respuesta queda en suspenso porque para ganar en Montecarlo Nadal no necesitó batir a un Djokovic eliminado sorprendentemente en primera ronda. El serbio no participó en el Torneo de Barcelona.
Solo una victoria ante el serbio, que ha dominado los duelos entre ambos en los últimos dos años, le devolvería la vitola de favorito en París.
“Estoy en mi camino, Djokovic en el suyo. He recuperado progresivamente mi nivel y si debo jugar contra Djokovic será una buena noticia porque significará que estoy en la final. De aquí a allí tendré otros problemas”, dijo el español este domingo en rueda de prensa.
De regreso a Madrid por primera vez desde 2013, el serbio de 28 años tendrá en su hipotético camino hacia la final un cuartos de final ante el francés Jo-Wilfried Tsonga (N.7 mundial) y una semifinal frente al suizo Stan Wawrinka (N.4), el hombre que le privó de ganar el último Roland Garros.