Sin embargo, el que fuera el responsable de los equipos Benetton y Ferrari con los que Schumacher ganó sus siete títulos en la máxima categoría del automovilismo reconoció que “rezan cada día” para ver más signos como esos.
“La familia decidió conducir la convalecencia de Michael en privado y debemos respetar eso”, le dijo Brawn a la BBC.
“Hay signos alentadores y todos estamos rezando cada día para ver más como esos. Es difícil para mí decir mucho más y respetar la privacidad de la familia”.
Lo único que se ha revelado públicamente sobre la condición del excampeón mundial fue en un tribunal en Alemania en el que uno de los abogados de la familia confirmó que Schumacher no puede caminar.
Las declaraciones del letrado, en las que detalló las extensiones de las lesiones que sufrió el ícono deportivo, se hicieron en el marco de un caso legal contra la revista alemana Bunte, que había reportado en diciembre pasado que Schumacher había podido dar unos pasos.
“Lo único que voy a decir es que hay mucha especulación sobre la condición de Michael y la mayoría está equivocada”, explicó Brawn.
“Sólo podemos rezar y esperar cada día que continuemos viendo algún progreso y que un día podamos ver a Michael de un lado para otro y recuperado de sus terribles heridas”.
Ross Brawn
Schumacher pasó seis meses en un coma inducido como consecuencia del golpe en la cabeza que sufrió mientras esquiaba en los Alpes franceses.
Luego fue trasladado a su casa en Suiza para continuar con su tratamiento, aunque no se conoce mucho de su condición debido a que su familia ha protegido fuertemente su privacidad.