Hace casi un mes de la última carrera en el Gran Premio de Alemania, que presenció un nuevo triunfo de Hamilton. Con su cuarta victoria consecutiva, la sexta en siete carreras, el inglés dio un golpe de autoridad y amplió su ventaja a 19 puntos en un Mundial que empezó con mal pie.
Después de verse 43 puntos por debajo en el campeonato tras la disputa del Gran Premio de Rusia y el posterior choque con Rosberg en Montmeló, el tricampeón mundial regresó a la senda del triunfo y eclipsó el pletórico inicio de temporada de un Rosberg que había comandado las cuatro primeras carreras.
El ondulado circuito de Spa-Francorchamps, el más largo del campeonato (7,04 kilómetros), con su mítica curva de Eau Rouge, espera un nuevo capítulo del duelo entre los pilotos Mercedes y los aspirantes a romper la hegemonía de las flechas plateadas.
El alemán ha recibido una seria estocada que, si bien le ha hecho perder su ventaja inicial, aún no es definitiva para sus aspiraciones de conseguir su primer Mundial.
Los mejor posicionados, a tenor de las últimas carreras, son los pilotos de Red Bull, que ya lograron acabar entre medias de los Mercedes en Alemania, y elevaron al equipo austríaco al segundo lugar en el Mundial de Constructores.
Lejos del liderato, Daniel Ricciardo, en la tercera posición a 87 puntos, y Max Verstappen pueden ser los llamados jueces del Mundial de pilotos. Ricciardo, que ya ganó en Spa hace dos años, busca en Bélgica su primer triunfo del año tras firmar dos segundos puestos esta temporada en Mónaco y Alemania.
Mientras, Ferrari espera que el parón veraniego sirva como punto de inflexión para retomar el segundo puesto en el Mundial de Constructores y buscar una primera victoria esta temporada, esquiva hasta el momento tras tres segundos puestos del alemán Sebastian Vettel y dos del finlandés Kimi Raikkonen.
La Scuderia, que vivió un momento complicado antes de la carrera de Alemania tras la salida de la dirección técnica del británico James Allison y la posterior llegada de Mattia Binotto, planea incorporar ya en Spa una nueva versión de su motor que les dé serias opciones de pelear con Red Bull.
Asimismo, Fernando Alonso quiere aprovechar la vuelta del Mundial para recuperar la senda de Hungría, donde vivió “el mejor fin de semana” en sus dos años con McLaren-Honda, tras acabar en duodécima posición en Alemania.
El bicampeón mundial, que ya avisó de que en Hockenheim no serían “tan competitivos como Budapest” , donde alcanzó por segunda vez consecutiva la tercera ronda de clasificación y terminó en séptima posición, comienza a encontrar la regularidad con su equipo tras finalizar las últimas tres carreras sin abandonos.
Alonso, al que siempre se la ha resistido la victoria en Bélgica pese a sus tres podios, quiere sobresalir y recuperar distancia en el Mundial con la clase media de la Fórmula 1, en la que se encuentran escuderías como Force India, Williams y Toro Rosso.
En el filial de Red Bull, el español Carlos Sainz sigue asumiendo el liderazgo tras la promoción del joven Max Verstappen y la consecuente llegada del ruso Daniil Kvyat.
Después de un fin de semana con ciertas complicaciones en Alemania, Sainz busca regresar a los puestos de puntos y seguir por delante del ruso, que no le ha superado al término de una carrera desde su vuelta a Toro Rosso en Montmeló.
Además, el mexicano Sergio Pérez (Force India), octavo en el Mundial con 48 puntos y dos podios este año, aterriza en un circuito en el que ya ha puntuado en los dos últimos años, quinto en 2015 y octavo en 2014, con la mentalidad de volver a los puestos cabeceros.
Su compatriota Esteban Gutiérrez (Haas), undécimo en tres ocasiones, la última en Alemania, busca sumar sus primeros puntos en Spa, pista en la que ha terminado decimocuarto en 2013 y decimoquinto en 2014 con Sauber.
