Tanto él como el equipo lucieron superiores a su versión del año pasado, en la que dieron a Golden State su primer título en 40 años.
El premio no es ninguna sorpresa. Todo el mundo daba por descontado que se lo llevaría y la única duda era si sería una selección unánime.
Curry encabezó la liga en anotaciones, con 30.1 por partido, y destrozó su propio récord de triples, con 402. Nunca antes nadie había pasado de 300.
También tuvo 6,7 asistencias por partido y un promedio de rebotes recuperados de 5,4 por juego. Encabezó la liga con 2,1 robos por encuentro y tuvo un promedio de 50,4% en sus tiros al cesto. Acertó asimismo el 45,4% de los tiros de tres puntos y el 9.8% de los tiros libres.
Todos estos números estuvieron acompañados por jugadas espectaculares.
“Es increíble, diferente. Algo que nunca hemos visto” , afirmó Allen Iverson, otro jugador creativo elegido el Más Valioso del 2001. “Jamás vimos nada como él. Es una locura lo que hace. Para mí, que soy el fanático número uno de Michael Jordan, ver a alguien como él… Es un monstruo, distinto a los demás”.