Deporte Nacional
Dato histórico | Abelardo Julajú y el recuerdo de un corredor muy querido por la afición
Abelardo Julajú Par, de 45 años, de la aldea Cooperativa El Tablón, Sololá, fue un corredor admirado en su época y reconocido por su coraje y determinación,.
Abelardo Julajú es cargado en hombros por pobradores de Sololá en la edición de la Vuelta a Guatemala del 2006. (Foto Hemeroteca PL)
El exciclista fue un orgulloso integrante del pelotón multicolor en nueve vueltas a Guatemala. No acaparó titulares por figurar en los primeros lugares, pero para la retina de sus paisanos era como si llegará de primero a su tierra.
El sololateco, que habla kaqchikel, con un activo presente como agricultor, con pasado deportivo por la herencia ciclística que le dejó su tío Sabino Julajú, siempre fue recibido con alegría al llegar a Sololá. Todos aplaudían a los triunfadores, pero esperaban impacientes la llegada de su héroe para pasearlo en hombros y llenarlo de abrazos.
La historia de Julajú Par empezó cuando se presentó a su primera prueba de fuego, competir en la Vuelta a Guatemala. Fue en el 2003, pero no la concluyó. Se le asignó el dorsal 164. Un año después, volvió a la batalla, esa vez con el número 163. Su anhelo de concluir tampoco lo logró.
Su espíritu no decayó. Regresó a la “jauría” en el 2006 —puesto 57—. Repitió en el 2007, 63; en el 2009, 66; 2010, 52; 2012, 48; 2013, no finalizó, y en el 2014 tampoco concluyó. Ese fue el año de su retiro como ciclista competitivo.
“En mi fase como corredor competitivo, entrené solo. Empezaba a las 6 horas y finalizaba a las 11. Iba a diferentes lugares, Patulul, San Lucas, Cuatro Caminos, Quiché. Me abastecía con tamalitos. A pesar de todo, me siento contento por lo que hice en el ciclismo”.
Nueva faceta
Su pasión por el ciclismo no disminuyó. Mantuvo contacto con corredores de su terruño. Aumentó sus conocimientos sobre este difícil deporte, porque tenía la ilusión de participar en la Vuelta, pero como entrenador. La oportunidad se le concedió el pasado 2023, cuando dirigió al equipo Team Ciclyng-Linaflor-Sololá.
Empezó esa aventura de la mano de los corredores Julián Yac —bicampeón nacional de ruta, 2013 y 2011—, William Ajcay, William Vicente, Larry Maldonado y Élmer Esquit. Yac quedó en el puesto 23, a 43 minutos y 38 segundos.
Ajcay —44—, a 1:38:05; Vicente —58—, a 2:02:54, y el último del equipo en la general, de un total de 73 corredores, fue Diego de la Roca, en el lugar 69, a 2:38:29. Maldonado y Esquit fueron retirados por fuera de control. El representativo ocupó la posición 14 por equipos.
Abelardo experimentó la presión y nerviosismo al figurar como entrenador. “Los nervios me atacaron durante la primera etapa. Estuve asustado, sudé más de la cuenta, pero conforme avanzó esa línea, encontré la calma y controlé el nerviosismo”, relató al mencionar su incursión al frente de esos muchachos.
Experiencia
“Aprendí muchas cosas. El cargo de entrenador es totalmente diferente. Es mejor participar como corredor, porque aunque se tiene responsabilidad, eso es durante el desarrollo de la etapa, pero el encargado del equipo tiene que estar pendiente de todos los detalles”, comparte Sabino Julajú.
“El trabajo empieza desde temprano. Se cuida cada detalle y todo lo que se usará durante el trayecto de la largada. Estar atento a cada movimiento del ciclista, asistirlo, motivarlo cuando se presentan los respectivos bajones debido al esfuerzo”. agrega.
“Las salidas de Larry Maldonado y Élmer Esquit me causaron tristeza, porque nadie desea dejar una Vuelta, porque antes de eso uno se esfuerza en los entrenamientos. Hubo jalón de orejitas. Sabía como entrenador que podían haber hecho más, pero eso no pasó. Fue una lástima”.
Abelardo tuvo su enfoque en volver por segunda oportunidad a la Vuelta en este 2024, pero las circunstancias fueron adversas y no formará parte de la caravana. La razón, el equipo no entró a la fase de clasificación del ranquin de la Fedeciclismo. “No se logró, pero vamos a seguir en lo que nos gusta”, refirió al final.
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