Arjona tuvo la oportunidad de vivir la experiencia de ser seleccionado nacional de baloncesto y viajar por Centroamérica representando a Guatemala. Aunque jugaba baloncesto, el nacional se ha confesado un seguidor del futbol.
Durante sus conciertos en el estadio Mateo Flores, Arjona siempre recuerda que su padre, del mismo nombre, era quien lo llevaba al estadio a disfrutar de los clásicos nacionales y de los Juegos de la Selección Nacional.
Lejos y cerca, Ricardo ha seguido cada momento del deporte guatemalteco. Envió un mensaje de felicitación a la Selección Sub 20 cuando clasificó al Mundial de Colombia 2011 y también a Érick Barrondo por haber ganado la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Sus inicios
Entre las anécdotas más recordadas de su infancia, cuenta cuando apenas era un niño y finalizaba las clases de canto, y luego salía a jugar futbol a la calle, pero su padre le ordenaba que entrara, porque tenía que volver a cantar. El pequeño Ricardo dejaba la pelota para cantarle a la familia.
Ricardo participó en un sinfín de festivales infantiles, se graduó de maestro e ingresó en la Escuela de Ciencias de la Comunicaciones, de la Universidad de San Carlos.
Su pasión por el deporte y su talento por el baloncesto lo hicieron destacar de inmediato, y fichar con uno de los equipos fuertes, los Leones de Marte, en donde jugó la mayor parte de su carrera como basquetbolista.
Arjona comenzó su fase de deportista en el Instituto Normal Rafael Aqueche, en donde estudió para luego trasladarse al Central, cuyo equipo lo catapultó al club del Ejército.
Mientras empezaba a brillar en el baloncesto, ya había grabado su primer disco, en 1985, con el título Déjame decir que te amo, pero aún no había definido su prioridad en la vida.
Ese muchacho espigado tenía la habilidad para jugar como tres y cuatro en su equipo de baloncesto, según recuerda Enrique Amaya, exbasquetbolista quien se enfrentó a él y también lo dirigió en la Selección Nacional Juvenil.
“Él se desarrollaba como un alero bajo y como un alero tirador; tenía esas dos funciones”, recuerda, y destaca la importancia de la altura de Ricardo, lo que hacía que su juego fuera exitoso.
Mientras el nacional se dedicaba al baloncesto, no dejaba de lado su sueño de ser cantante, por lo que en un momento de su carrera en el deporte tomó la decisión de dejarlo y aventurarse en México, donde encontró el camino a la fama.
En Honduras
Enrique Amaya no olvida el torneo juvenil que disputaron en Honduras, y en donde él tuvo la oportunidad de dirigir a una talentosa selección.
“A Honduras iban Ricardo Arjona, Arturo Dubois, Manuel Tzun, Manuel Valladares, Juan Carlos Paiz, Talo Zabala, quienes formaban un buen grupo de patojos talentosos”, hace memoria Amaya.
Arjona siempre fue muy serio al representar su papel de basquetbolista.
“En los viajes que tuvimos, era muy tranquilo. Él separaba el deporte y la música. Es por eso que cuando se va a México deja todo por un lado y busca su desarrollo como músico. Acá, el baloncesto tampoco tenía como una imagen de desarrollo muy clara”, recuerda Amaya.
Arjona tuvo por 18 años el récord de más puntos anotados en un partido. Eso fue en 1987.
Y aunque se piensa que él era quien animaba los viajes con su voz, Ricardo era más bien reservado.
Arjona, ahora un cantante conocido a escala internacional, no olvida el deporte como algo importante en su vida. En internet se pueden ver fotos publicadas por paparazzis cuando practica tenis. En su última campaña publicitaria, aún recuerda su paso por el gimnasio Teodoro Palacios Flores.
A raíz de eso, cuando ha venido a Guatemala, en al menos dos ocasiones ha organizado juegos del recuerdo con sus excompañeros, así como con sus rivales.
“La última vez fue hace como tres años. Él organizó un partido entre los Leones de Marte y el Liceo Guatemala, ya todos viejitos”, recuerda Eduardo Amaya, quien fue su rival con el Liceo Guatemala y también su compañero en los Leones de Marte.
“En esa ocasión nos juntamos en el Liceo Guatemala. Recuerdo que fue Ricardo quien lo organizó y se puso de acuerdo con Luis Marroquín para juntarnos a todos”, recuerda Amaya.
En un partido para compartir y recordar los buenos momentos en el baloncesto nacional, los que se reunieron pasaron un gran momento, asegura Édgar.
“No tengo presente bien el marcador, pero fue un partido de pasarla bien, y eso logramos, aunque ya todos estamos con más años”, comparte.
El récord de Arjona
Durante su época de basquetbolista, Ricardo Arjona consiguió inscribirse en la historia nacional al haber logrado un récord personal como el máximo encestador de puntos en un partido. En ese momento fue de 79 puntos, y lo hizo vistiendo la camiseta de los Leones de Marte, en una jornada de 1987.
La marca nacional actual la tiene Marlon Domínguez, de Sat-Cybertech, quien anotó 89 puntos contra el equipo Panpichi, en el 2005. Al final, el récord de Arjona duró 18 años.
Del baloncesto, Ricardo cosechó buenas amistades como la de Giannis Kefalas, quien lo apoyó durante su viaje al exterior y su juego. Kefalas fue parte importante de la historia del tradicional equipo de Trías.
Más allá del deporte
Aunque practicó baloncesto de manera activa al menos cuatro años, Ricardo Arjona ahora disfruta de hacer deporte para mantenerse en forma. En las redes sociales ha compartido fotografías donde se le ve surfeando, jugando futbol, pescando o haciendo tenis, entre otros.
Respecto del futbol, Arjona ha tenido la oportunidad de compartir con grandes personalidades como lo hizo en su momento al conocer a Diego Armando Maradona, con quien compartió en el programa del astro argentino La noche del diez.
En esa ocasión, Arjona se vistió de futbolista y compartió un partido de tenis futbol frente a Matías Almeyda, ahora entrenador de Banfield.
Así como disfrutó de compartir con Maradona, Arjona también ha hablado de futbol en Argentina, en donde confesó ser aficionado de Boca Juniors.
Esto lo comentó durante el 2009, cuando realizó un concierto en La Bombonera, estadio de Boca Juniors, en donde dijo: “Este tiene una historia importantísima para mí, y por su arquitectura es posible tener un contacto más cercano con la gente. Estoy seguro de que la vamos a pasar bien”.
Y agregó: “Soy de Boca desde mi más tierna infancia”.