Cuando tenía un año y seis meses ingresó a un programa de estimulación temprana y gimnasia neural, en un jardín infantil de estudios hasta la preparatoria.
Por su dinamismo y su intrépida actitud ante los juegos infantiles y las atracciones al aire libre —camas elásticas, bungees, etcétera—, sus padres decidieron iniciarla en la gimnasia artística en 2011, pero a inicios de 2019 su carrera como atleta tomó un nuevo rumbo.
A los once años comenzó una aventura en la natación. Desde entonces ha cosechado una gran cantidad de medallas, ha impuesto récords y eso la coloca entre las promesas nacionales de esta disciplina.
“Tiene la ventaja de que hizo gimnasia, entonces cuenta con habilidades sorprendentes. Tiene un gen innato para ser deportista. Aunque es una niña tímida, cuando compite saca todo el carácter”, explica su entrenador Raúl Xicay.
Aunque su carrera como nadadora recién comienza y se vio interrumpida en el 2020 por la pandemia del coronavirus, Lucero ha mostrado avances en su técnica y su apetito competitivo ya la llevó a ubicarse en el primer lugar del ranquin nacional absoluto de la especialidad 50 metros mariposa —tiempo de 30.69—. En el primer trimestre del 2020, Lucero participó en tres competencias en El Salvador, Jalapa y Costa Rica.
En esa última, rompió cinco récords en el Torneo Centroamericano AASCA (torneo internacional intercolegial de piscina corta) y ganó el reconocimiento de la Atleta con el mayor puntaje FINA (Federación Internacional de Natación) en su categoría 11-12 años (oro en todo evento: siete eliminatorias y siete finales).
Lucerito cerró el año con su participación en el Campeonato Nacional Individual y consiguió oro en los seis eventos que compitió; además, rompió el récord nacional en 50 metros dorso de la categoría 11-12 años.
Después de esa cosecha tuvo que pausar durante cuatro meses sus entrenamientos debido a la pandemia; sin embargo, su ambición por ser la mejor se mantiene intacta.
“Desde el principio ya se visualizaba el nivel de atleta que tenía. Hablamos con los papás y platicamos que hay que tener paciencia porque queremos que llegue a trascender. Se necesita mucho trabajo y paciencia. La meta es llegar a Juegos Olímpicos”, revela Xicay.
Actualmente Lucero cursa el Grado 7 y académicamente tiene Cuadro de Honor en sus estudios, algo que ha logrado mantener en los últimos 3 años.
Es integrante del Club de Jóvenes de la Sociedad de Honor en Guatemala (Programa para alumnos destacados y multifacéticos en diferentes colegios) y continúa su preparación en la piscina con grandes sueños y metas que alcanzar.