Fue una reunión especial, duró más de una hora. Los atletas Juan Maegli, de láser; Jason Hess e Irene Abascal, de hobie cat; Kevin Cordón, de bádminton; Chales Fernández, de pentatlón; Hebert Brol, de tiro, y Jorge Vega, de gimnasia, recordaron esos días en Canadá donde se llenaron de gloria, un premio a la intensa preparación.
La primera en llegar fue Irene, quien con una sonrisa tímida compartió su alegría por brillar en los Panamericanos junto a Jason. Después fue Charles, el joven de 19 años que confirmó su buen momento en el pentatlón moderno. Así fueron arribando uno a uno y con la presea en la mano intercambiaron comentarios.
“Creo que no todas las medallas son iguales”, dijo Charles mientras que Irene y Cordón mostraban las suyas. “Yo creo que sí”, respondió Kevin. “Lo único que tienen de diferentes son unas figuras abstractas”, respondió Irene.
“Son pesadas y se ve que son de buen material”, agregó el seleccionado de bádminton. “Me parece que sí, en los Panamericanos de Guadalajara 2011 —medalla de bronce— se me despintó, lo bueno fue que la cambiaron”, compartió Maegli.
Hebert Brol, seleccionado en doble foso, llegó con un inmovilizador en la pierna derecha. El tirador hace unos días sufrió una lesión en el tobillo cuando laboraba en la finca de la familia. “Espero recuperarme pronto para salir a correr y continuar con mi entrenamiento”, expuso mientras reía.
Han pasado 15 días del final de los Juegos de Toronto y los atletas han aprovechado el tiempo para descansar, compartir con la familia y amigos. Sin embargo, las cortas vacaciones llegan a su fin para algunos como Kevin Cordón, quien el próximo martes viajará a Indonesia donde participará en el Mundial de Bádminton.
Las claves del éxito
Los atletas compartieron qué aspectos fueron vitales para colgarse la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto. Kevin Cordón aseguró que la disciplina le ha ayudado a llegar en donde está. “Puedo decir con certeza que fue determinante para ganar el oro y para mi recuperación de la lesión en la rodilla”.
En el caso del velerista Juan Maegli, quien está próximo a viajar a un campamento a Río de Janeiro, Brasil, la clave en Toronto fue la determinación y la perseverancia. “Fue un evento largo —ocho días de competencia— con momentos buenos y malos, pero nunca perdí el objetivo que era ganar a pesar de los errores”, aseguró.
“Lo esencial para ganar la medalla fue tener a Dios en mi corazón”, aseguró el gimnasta Vega, mientras que para Jason Hess, de navegación a vela, fue la perseverancia, pues junto a Irene Abascal nunca se rindieron por quedarse con la presea dorada en hobie cat.
Charles Fernández, figura del pentatlón moderno, compartió que durante las pruebas en Toronto el valor que más le ayudó fue la fe en Dios, en los amigos, en su familia y en el entrenador. “También confíe mucho en el trabajo que se hizo durante todos estos meses, pero lo esencial fue el apoyo que tuve siempre del creador”.
El tirador de doble foso, Hebert Brol, también comparte que nada pudo haber sido sin el apoyo de Dios. “Siempre tuve presente la leyenda que tengo en mi chaleco: ‘te mando para que te esfuerces y seas valiente. No temas y no desmayes que yo Jehová, tu Dios, estaré contigo a donde quiera que vayas’, eso me dio una gran seguridad”, compartió.