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La práctica de este deporte lleva implícito un riesgo, pero la pasión y el amor de los ciclistas hace superarr los peligros durante entrenamientos y competencias.
El jueves recién pasado, el ciclismo nacional volvió a teñirse de luto por el fallecimiento de Wilber Marynelly Ruiz Castañeda, durante la primera etapa de la clásica Víctor Manuel Castañeda.
En el ciclismo, los atletas pueden llegar a alcanzar velocidades de 110 kilómetros por hora, y su única protección es el casco. Esto hace vulnerables a los deportistas, quienes constantemente son víctimas de caídas que ponen en peligro la vida.
Stuard Rodríguez, presidente de la Federación de Ciclismo, indicó que en Guatemala existe poca conciencia vial, a lo que se agrega el deterioro de las carreteras, una amenaza latente para los atletas.
El dirigente agregó que durante los eventos deportivos a los ciclistas se les brinda el trazado de la carrera para que tomen en cuenta el kilometraje, túmulos y semáforos. Además se identifica el hospital más cercano.
Rodríguez solicitó a los competidores que tomen sus precauciones. “Es importante ir siempre a la derecha, que la bicicleta esté en el mejor estado posible, especialmente los frenos y las gomas. El casco debe ir bien puesto, tanto en competencias como en entrenamientos”.
El entrenador Bonnie Pérez, dijo que les prohíbe a sus atletas utilizar audífonos, pues deben ir concentrados al 200 por ciento para medir el peligro. Piccolo Gularte, ciclista nacional, manifestó que la falta de cultura vial es considerada como el principal riesgo, algo que, según él poco a poco ha ido cambiando para bien.
Agregó que la seguridad es responsabilidad de todos, tanto de los atleta quienes deben usar todos los implementos de protección, como de la población con el respeto a los ciclistas en las carreteras.