“Dios. Siempre ha estado a tu lado y tu del mío. Así que te pido no me abandones”, fue lo que el Pequeño Gigante rezo previo a su competencia en los ejercicios de piso, según lo explicó antes de abordar el avión que lo trasladará esta mañana desde Toronto a Guatemala.
“Cuando escuché el resultado, me hinque y le dí gracias a Dios por el puntaje”, comentó emocionado.
“Dios, te doy gracias por que nunca me abandonaste. Pensé en Dios y en mi familia, porque sabía que había logrado algo histórico para Guatemala”, agrega.
A penas ayer, Jorge Vega celebró su cumpleaños en Toronto y comentó como lo celebró.
“Celebre mi cumpleaños como un día normal, medite sobre lo que había logrado hace un año y pienso en que haré en un año y pues disfrute el día con mi regalo que es la medalla dorada”.
El gimnasta aseguró que la medalla dorada tiene una dedicación especial. “La Medalla de Oro se la dedicó a Dios más que a nadie, también a mi familia que siempre ha estado allí y al pueblo de Guatemala, que bien merecido se lo tiene”.