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Los dioses del futbol también lloran 

El futbol produce un mar de emociones, y la tristeza no es ajena al juego.  Los mejores futbolistas del mundo también derraman lágrimas por una pérdida.

Varios futbolistas, considerados por los aficionados como dioses, lloraron la pérdida de un título o un juego que marcó su trayectoria.

Lo contrario a la fuerza, jugadas, desdobles, pases, goles y risas, existen en la cancha de fútbol, las lágrimas.

En la final de la Eurocopa 2016, en la que se enfrentaron las selecciones de Portugal y Francia, a los 16 minutos del juego, el goleador de los portugueses, Cristiano Ronaldo, sufrió una lesión en la rodilla de su pierna izquierda por un golpe que recibió cuando disputó el balón con el francés Dimitri Payet.

Los aficionados fueron testigos de cómo Cristiano, derramó lágrimas por no poder continuar disputado la final debido a una lesión en la rodilla.  Teniendo la molestia, el delantero intentó continuar, pero el daño estaba hecho y abandonó el terreno de juego entre sollozos.

El delantero portugués lloró, fue consolado por compañeros y el equipo técnico. Luego de 105 minutos, las lágrimas de Cristiano fueron por felicidad, sus compañeros lograron vencer a Francia 1 por 0 con con del delantero Éder Macenio Lopes.

Pareciera que el futbol hace sufrir a sus dioses. En la final de la Copa América Centenario, el futbolista argentino Lionel Messi se hundió en tristeza al perder la final ante Chile.

Messi lloró ante un estadio lleno de aficionados que atestiguaron el momento en que Argentina se empezó a derrumbar en la tanda de penaltis. El turno de Messi marcó el comienzo de la amargura, el mediocampista falló el tiro y luego su compañero, Lucas Biglia, hizo realidad la pesadilla al no anotar el penal.

Chile vivía un desborde de felicidad, y Messi estaba sentado en el área de los suplentes desconsolado, luego sus compañeros de la selección lo abrazaron, lo arroparon, pero ni el más fuerte abrazo pudo contener las lágrimas.

La Eurocopa 2016, también desveló la imagen de una Italia desconsolada, sus jugadores tocaron fondo al quedar eliminados contra Alemania en la tanda de penaltis en los cuartos de final del certamen.

Uno de los dioses de la portería en la cancha celestial, Gianluigi Buffon, lloró por la eliminación ante los alemanes. El cancerbero de 38 años, derramó lágrimas en el cierre de su carrera deportiva.

La tristeza de Maradona 

El futbol es uno de los deportes más populares del mundo, y la intensidad de emociones las arrastra desde hace varias décadas. El desconsuelo de sus grandes atletas también es de antaño.

En la final de la copa mundial en Italia, 1990, los aficionados que presenciaron el encuentro entre Argentina y Alemania, fueron testigos del desconsuelo en que se vio el mediocampista argentino, Diego Armando Maradona, al perder el título.

Maradona sufrió la pérdida, y el dolor se profundizó con la anotación de los alemanes a través de un tiro penal muy discutido.

El astro argentino subió al podio, recibió la medalla de segundo lugar, pero estaba dolido y se negó a saludar a los representantes de la Federación Internacional de Futbol Asociación (Fifa).

Roberto Baggio sufrió 

La historias de los dioses caídos en batallas son muchas, y duelen más cuando los grandes futbolistas fallan en momentos clave, y ese error otorga la facilidad al contrincante.

El delantero italiano, Roberto Baggio, sabe qué es sufrir. En la final de la Copa del Mundo de Estados Unidos, 1994,  Baggio falló el quinto penal de la Azurri, y otorgó el título a Brasil.

Antes del fatídico penal, Baggio, fue el salvador, el guerrero, el dios de los italianos. Poco importa en la historia  que Roberto Baggio metió a Italia, él solito, en la final de aquel mundial, marcando un gol salvador contra Nigeria para forzar la prórroga —y sentenciar allí con el segundo— en octavos. Tampoco se recuerda que desplegó su clase para apuntillar a España en Boston. Y menos importa que su doblete contra Bulgaria clasificara a Italia a su quinta final mundialista.

Fallar un penalt también apartó a Baggio de ganar su segundo balón de oro. La historia muestra que  en la cancha del futbol hay dioses, pero hasta ellos pueden fallar y  llorar,  al igual que el aficionado que asistió al estadio, o el que vio el juego por el televisor.

ESCRITO POR:
Edwin Pitán
Periodista de Prensa Libre y Guatevisión desde hace 14 años. Especializado en radio, prensa y televisión. Periodista del año de Prensa Libre en 2018. Productor de la emisión en directo de Noticiero Guatevisión.

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