“Fue la única manera de quitarle presión a la FIFA y a mis empleados, incluyendo (las presiones) de los patrocinadores”, dijo Blatter al diario suizo Walliser Bote. “Fue para sacar a la FIFA y a mí de la línea de fuego.”
Se le preguntó, “con la mano en el corazón”, si daría marcha atrás con su promesa de irse.
“No soy candidato, soy el presidente. Y quiero entregar la FIFA en buen estado”, dijo Blatter al diario del cantón donde nació.
Eso es posible que sea el año entrante, según sugirió, en un congreso extraordinario de las 209 federaciones miembros de la FIFA en Zúrich.
Blatter señaló que una fecha “realista” sería a inicios de 2016 para cumplir con los parámetros de una campaña electoral de cuatro meses, y evitar que coincida con el Mundial de Clubes. El torneo en Japón se disputará entre el 10 y 20 de diciembre.
En sus comentarios más francos desde su sorpresiva alocución el 2 de junio, el jerarca de 79 años de edad reflexionó sobre el inminente término de sus cuatro décadas en la FIFA y lo que sigue adelante.
“No me he puesto a pensar mucho al respecto, y no me preocupo”, señaló. “La decisión de irme es liberadora, sin duda. Para la FIFA y para mí.”
Indicó que tendrá unos últimos meses muy ocupados con sus funciones, pese a que se le describe como un líder que ha perdido influencia.
“Voy a usar toda mi fuerza e inspiración hasta mi último día de trabajo para traer de vuelta este barco a buen puerto”, añadió.
Blatter también sostuvo que la FIFA tiene que fortalecerse democráticamente, con una expansión de su comité ejecutivo. Destacó que Asia y África se combinan para acumular 100 miembros en la FIFA, pero apenas nueve votos en un comité ejecutivo compuesto por 25 dirigentes.
Rumbo incierto
La entrevista del sábado no esclareció si Blatter está rehuyendo viajar a países donde se expondría a ser detenido por pedido de las autoridades estadounidenses. La final de la Copa Mundial femenina se disputará el próximo fin de semana en Vancouver, Canadá-
Blatter dejó el cargo cuatro días después de ser reelegido para un quinto mandato, en medio de la crisis provocada por las investigaciones de corrupción.
La justicia estadounidense confirmó que Blatter es un blanco de una pesquisa sobre una red de pagos de sobornos y asociación ilícita vinculada a los contratos de transmisión y las votaciones para designar las sedes de torneos internacionales.
Cuatro individuos, entre dirigentes y empresarios, se han declarado culpables, y 14 fueron señalados en el auto de acusación que trascendió el 27 de mayo. Siete de los acusados por delitos de corrupción fueron arrestados en una redada en un hotel de Zúrich y siguen detenidos mientras aguardan ser extraditados a Estados Unidos.