Blatter, de 79 años, explicó además que cuando abandone su etapa como presidente en ese mes de febrero querría volver a su anterior trabajo, el de periodista y que le gusta especialmente la radio.
“Me dedicaré a eso, a hablar y a escribir”, sentenció Blatter, preguntado en dos ocasiones sobre si podía afirmar categóricamente que no será candidato en las nuevas elecciones.
En las últimas semanas se había especulado con que el suizo, que continuará en el cargo hasta el Congreso electivo, podría plantearse buscar nuevamente el apoyo de los miembros de la familia del futbol.
Blatter anunció su dimisión el pasado 2 de junio en una conferencia de prensa convocada de urgencia en la sede de la Fifa, después de unas revelaciones de la prensa que salpicaban al secretario general Jérôme Valcke, su número dos.
La Fifa llevaba entonces una semana sumida en un escándalo por la detención de siete dirigentes del fútbol en Zúrich y la imputación de un total de 14 personas por la justicia estadounidense. Pese a la crisis, Blatter fue reelegido, pero cuatro días después comunicó públicamente su renuncia.
Suerte también a Platini
El máximo dirigente de la Fifa desde 1998 deseó públicamente suerte a las personas que se presenten para sucederle, incluido Michel Platini, el legendario exfutbolista francés que dirige la UEFA desde 2007 y que en los últimos años ha sido uno de sus principales detractores.
Una fuente cercana a Platini señaló este lunes a la AFP que el exjugador de la Juventus tomará la decisión en las próximas dos semanas y que se estaba pensando seriamente dar un paso adelante, después de los apoyos verbales que dijo haber recibido.
Los rumores sobre Blatter y una eventual candidatura se basaron insistentemente en las palabras utilizadas por el suizo el 2 de junio para anunciar su próxima salida de la presidencia: “Pongo mi mandato a disposición de un congreso electivo extraordinario. Esta decisión tendrá efecto lo antes posible, en la fecha en la que un nuevo presidente pueda ser elegido por el Congreso de la Fifa para sucederme”.
Blatter se refirió a esas palabras tres semanas más tarde en una entrevista al diario suizo Blick.
“No he dimitido, puse más bien mi mandato a disposición de un congreso extraordinario”, señaló.
Algunos de los defensores de un relevo en la Fifa desconfiaron públicamente de las intenciones de Blatter.
“No excluyo que se presente. Blatter ha demostrado ya que no era fiel a sus declaraciones, como con su candidatura en 2011. Entonces dijo que iba a ser su último mandato. No mantuvo esa promesa para 2015”, dijo por ejemplo el pasado mes el presidente de la Bundesliga alemana, Reinhart Rauball, en otra entrevista.
Muchas presiones
El presidente del órgano que rige el futbol mundial recordó que fue reelegido por quinta vez consecutiva el pasado 29 de mayo con el apoyo de 130 federaciones, pero que cuatro días después, el 2 de junio, puso su cargo a disposición de la entidad ante las presiones que recibió.
“La presión vino no sólo de lo que ocurrió, sino también hubo interferencias políticas, y presiones de algunos medios de comunicación”, señaló.
“Ante esta situación y no para defenderme, que yo puedo defenderme solo, sino para defender a la Fifa, decidí sacar la pelota fuera del campo. Decidí poner mi cargo a disposición, lo que no significa renunciar. Yo nunca renuncié, por lo que sigo siendo el presidente electo”, dejó claro.
Blatter se presentó hoy ante la prensa tras un reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo que determinó entre otras cosas la fecha del Congreso extraordinario -el 26 de febrero de 2016- que deberá elegir a la persona que le sustituirá tras 18 años en el cargo.
Mal momento
Un cómico británico arrojó billetes sobre Joseph Blatter, cuando el dirigente suizo iba a comenzar una conferencia de prensa en la sede central de la organización, que tuvo que retrasar unos minutos hasta que se limpiara el estrado.
“Tenemos que limpiar la sala. Esto no tiene nada que ver con el futbol. Volveré en unos minutos”, dijo Blatter, que se mostró visiblemente enfadado con la presencia del espontáneo, que se dirigió brevemente a los presentes antes de arrojar los billetes sobre el presidente de la Fifa instantes antes de ser expulsado del lugar por los responsables de seguridad.
Cuando Blatter volvió a la sala diez minutos más tarde se refirió a ello: “Es una falta de educación”, pidiendo disculpas a los periodistas por el retraso.