Al dirigente suizo le gusta presentarse como el comandante de un barco, aunque nació en terreno montañoso, en el cantón de Valais en los Alpes, tras un corto embarazo de siete meses.
En su larga trayectoria pública ha demostrado una capacidad innata para esquivar todas las tormentas y ha tenido que enfrentarse a muchas, la última de ellas por la atribución del Mundial de 2022 a Catar, incluyendo la dimisión del autor del ‘informe Garcia’ al no estar de acuerdo con las conclusiones presentadas por la FIFA tras su exhaustiva investigación.
¿Cómo explicar su resistencia a todo tipo de problemas y acusaciones? “Tiene capacidad para hacer que la gente sea dependiente, pero no en un sentido que esas personas lamenten”, explica una fuente próxima a la AFP. “Esas personas saben lo que tienen con Blatter y no saben qué tendrían con otro”, apunta.
“Es astuto y no está corrompido”, afirma por otra parte uno de sus detractores, con deportividad, al ser preguntado también por la AFP.
Una presencia familiar –
Da la impresión de que Blatter siempre ha estado en la FIFA y es posible verle en el álbum de fotos de la organización desde hace mucho tiempo. En los años ochenta, como número 2 (fue nombrado secretario general en 1981), acompañando a su entonces jefe, el brasileño Joao Havelange, por ejemplo en una visita a la Casa Blanca bajo la presidencia de Ronald Reagan.
Unos años más tarde se convirtió en presidente, en el año 1998, y pasó a asumir el rol protagonista. Con ese nuevo estatus visitó por ejemplo la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York y dio la mano al entonces secretario general, Kofi Annan.
Son algunas de sus imágenes con personalidades del más alto nivel, con las que ha podido coincidir por su responsabilidad en el fútbol. A medida que pasan los años, con los cabellos más blancos y el rostro con más arrugas, pero siempre con su sonrisa característica.
Como futbolista, ‘Sepp’ Blatter fue un modesto ‘amateur’ y luego pasó a la directiva del club Neuchâtel Xamax -del que sigue siendo presidente de honor-.
Políglota e inquieto, hizo colaboraciones en la prensa para pagarse sus estudios de comercio y estuvo en el sector del turismo e incluso en el del hockey. Luego trabajó para Swiss Timing (Longines) y fue gracias a eso, a sus relaciones profesionales, que pudo entrar en 1975 a la FIFA como director de los programas de desarrollo.
Huracanes mediáticos –
Cuando accedió a la FIFA, la Federación Internacional sólo contaba con una decena de empleados y tenía su sede en un pequeño edificio de Zúrich. Incluso una vez, cuentan, Blatter tuvo que ir a un banco a pedir dinero prestado para pagar los sueldos de los empleados.
El año pasado, la FIFA anunció que contaba con 1.432 millones de dólares en caja, algo impensable entonces.
Con Havelange, la sintonía se dio pronto y Blatter, descrito por todos como muy trabajador, impulso a la FIFA a una modernización y a una mayor mediatización, abordando muy pronto el reto de la mundialización.
El desarrollo del fútbol en Asia le debe mucho, igual que el hecho de que África pudiera vivir en 2010 su primer Mundial, con Sudáfrica como organizador.
Pero en estos años también se ha ganado enemigos y ha estado en el ojo del huracán en la prensa.
Como cuando dijo que en el fútbol no había racismo y que bastaba con “darse la mano” al final de un partido o cuando imitó a Cristiano Ronaldo con gestos militares en una intervención pública tras la cual tuvo que disculparse, después de enfadar al astro luso y al Real Madrid.
Como superviviente nato, Blatter, camino de los 80 años, parece con mas fuerza que nunca y es el gran favorito para ganar las elecciones de mayo en la FIFA.