El jefe de la federación rusa cargó sobre su predecesor, Nikolái Tolstij, la responsabilidad de incluir una compensación por despido en el contrato del seleccionador, que según algunas fuentes asciende a 25 millones de dólares.
El lunes el millonario ruso Alicher Usmanov anunció haber prestado a la RFU los 300 millones de rublos (5.6 millones de euros) necesarios para pagar los atrasos del salario de Capello y de su equipo técnico.
Agregó que el próximo contrato con el entrenador del equipo nacional, sea quién sea, no incluirá compensaciones en caso de que la selección no alcance los objetivos marcados.
“Si no se cumplen los objetivos, pues nos decimos adiós, sin compensaciones. Pero lamentablemente, no figura así en el contrato de Capello”, se quejó Simonián.
Por otro lado, Simonián alabó la labor del técnico italiano al frente de Rusia: “Estuve en su piel y puedo decir que es una carga pesada. Pero Capello, al llegar a Rusia, enseguida se puso a ver partidos del campeonato, y a diferencia de sus predecesores, que vivían en hoteles, se fue a vivir a un piso junto a su ayudante”.
La reciente derrota de Rusia ante Austria en el partido clasificatorio para la Europa 2016, que prácticamente condena a la selección de este país a la tercera plaza del Grupo G, en el mejor de los casos, ha devuelto al italiano al centro de todas las críticas.
Expertos y medios de comunicación rusos le recuerdan el mal papel del equipo en el pasado Mundial de Brasil, y también su desorbitado sueldo de 11 millones de dólares al año, que le convierte en el seleccionador mejor pagado del mundo.