Bravo, héroe en la semifinal contra Portugal al parar los tres primeros penales, habló de cómo la selección chilena se convirtió en un equipo compacto capaz de abrir las vitrinas en 2015 y 2016 para colocar sus primeros trofeos de la Copa América y no querer cerrarlas.
“Hemos ido madurando y creciendo como grupo. No todos somos amigos, pero sí nos respetamos. A la hora de trabajar es como si fuéramos amigos”, dijo.
Alexis también habló del proceso de crecimiento, tanto colectivo como individual.
“Un día me levanté temprano porque quería ser el primero como siempre, pero cuando llegué al gimnasio ya estaban casi todos mis compañeros”, dijo.
“He aprendido a no ser egoísta, he madurado como jugador y entendí que el individualismo a veces juega en contra. Necesito al equipo y el equipo a mí”, añadió.
Luego la formación dirigida por Juan Antonio Pizzi se entrenó en el Turbostroitel Stadium.
Despedida del sol de Sochi
La Mannschaft abandonó su cuartel general en Sochi, al borde del mar, este viernes por la tarde. Algunos empleados y voluntarios les despidieron en el hall del hotel Radisson.
Antes, los jugadores hicieron trabajo de recuperación y tuvieron la oportunidad de pasear y disfrutar del sol por última vez en esta ciudad turística a orillas del Mar Negro.
Unas horas antes habían dado un golpe sobre la mesa al ganar a México por 4-1, con dos goles en tres minutos (6 y 8) del joven Leon Goretzka, de 22 años, que llama como nadie a la puerta del seleccionador Joachim Löw para el Mundial 2018.
Contra el Tri Alemania salió en tromba y logró una renta imposible de remontar, a pesar de que los mexicanos tiraron 25 veces a puerta, 9 entre los tres palos.
La actuación alemana, en la que su capitán en Rusia es Julian Draxler, de 23 años y con 34 partidos internacionales a sus espaldas, copó titulares en Rusia este viernes.
Los hombres que ganaron la Copa del Mundo en 2014, la vieja guardia de Löw ausente en Rusia, puede empezar a desconfiar de los Goretzka, Timo Werner, Lars Stindl y demás.