“Johan recibe hoy el homenaje que se merece de manos de su ciudad”, dijo el concejal de deportes del ayuntamiento, David Escudé.
La medalla al mérito deportivo fue entregada por la alcadesa de la ciudad, la izquierdista Ada Colau, al hijo de Cruyff, Jordi, quien también militó en el primer equipo del Barça.
Johan Cruyff, fallecido el 24 de marzo en Barcelona a los 68 años por un cáncer de pulmón, brilló como delantero del club azulgrana, de 1973 a 1978.
Pero donde se destacó el “holandés volador” fue como entrenador (1988-1996), cuando dejó una huella profunda en el Barca, con una filosofía de juego que todavía está vigente.
De su mano, el club catalán ganó cuatro ligas consecutivas (1990-1991, 1991-1992, 1992-1993 y 1993-1994) y alcanzó en 1992 el primer título de campeón de Europa de su historia.
Más allá de las virtudes deportivas de quien fue considerado como uno de los mejores futbolistas de la historia, la ciudad reconoció su aportación a través de la Fundación Cruyff, con sede en Barcelona, para la promoción del deporte entre los discapacitados.
“A esta tarea hay que añadir su espíritu de superación” y haber hecho pública la enfermedad que sufría para resaltar la lucha contra el cáncer, agregó la alcaldía en su web.