Pizarro, de 38 años, no acudió hoy al chequeo médico al que comenzó a ser sometido la plantilla del Bremen. Además, en la equipación oficial de la próxima temporada que fue presentada el miércoles tampoco figuran camisetas con el dorsal y el nombre del futbolista a la espalda.
A menos que se produzca un milagro, y en las próximas 24 horas el jugador y el club consigan llegar a un acuerdo, a estas alturas parece más que claro que el peruano no participará el próximo domingo en los entrenamientos que tiene programados el Werder Bremen.
El deportista, que durante casi dos décadas brilló en la Bundesliga, se despediría así del fútbol alemán de una forma demasiado discreta y silenciosa, alejado del olimpo en el que pasó buena parte de su carrera deportiva.
“No cabe duda de que Claudio sigue siendo un buen jugador, pero debe encajar el contexto general. Esto tiene que ver con el presupuesto, con la competencia que hay en el equipo y también con cuántos jugadores contamos”, señaló a principios de mayo el director deportivo del Werder Bremen, Frank Baumann.
Pizarro dejará en Alemania un balance deportivo difícil de superar. El peruano anotó un total de 190 goles con la camiseta del Werder Bremen y del Bayern Múnich, una cifra que ningún otro jugador extranjero logró alcanzar desde que se creó la Bundesliga en 1963.
En la última temporada, sin embargo, tan solo anotó una diana.
“El Werder Bremen tiene máxima prioridad para mí”, dijo el atacante a principios de mayo, al tiempo que reconoció que no tenía intención de colgar las botas este verano (boreal) y que deseaba continuar su carrera futbolística en el Bremen.
En las próximas horas se desvelará el misterio y se sabrá si Pizarro pudo cumplir su deseo o si su mensaje cayó en saco roto.
El “Bombardero” llegó a Alemania en la temporada 1999/2000 y desde entonces se mantuvo en la Bundesliga jugando para el Werder Bremen en tres períodos y en el Bayern Múnich por dos, salvo por una campaña que disputó en Inglaterra con el Chelsea.