Solano, que ya se disculpó públicamente por su indisciplina contra la emergencia sanitaria, recordó con nostalgia una de las tardes más especiales de su trayectoria, la primera al lado del máximo ídolo de Boca, que llevaba el brazalete de capitán y anotó uno de los goles del triunfo local por 4-2 sobre Argentinos Juniors.
“Lo máximo que aspiraba era a enfrentarlo en algún partido. Con eso me conformaba, pero el destino hizo que Sporting Cristal me vendiese a Boca en 1997 y que justo ese año él decidiera volver a futbol. Todo fue un sueño hecho realidad”.
“Cuando me dijeron que Maradona iba a estar en el equipo, fue algo ‘insoñable’. Es como si a un niño ahora le dicen que va a jugar con Lionel Messi o Cristiano Ronaldo”, apuntó Solano, que aquel día también tuvo al lado a Juan Román Riquelme, Claudio Caniggia, Roberto Abbondanzieri y Rodolfo Arruabarrena, entre otras figuras.
Solano reconoció que ese año de 1997 lo tiene “bien guardado en la memoria, también por todos los halagos” que le lanzó Maradona.
“Le estoy siempre muy agradecido”, apostilló ‘el Maestrito’, apodo que le puso el mismo astro argentino tras verle practicar tiros libres en el calentamiento de su debut con Boca.
Seamos responsables, ayudemos y hagámosle caso a las personas que saben.
¡Este partido lo ganamos entre todos!#YoMeQuedoEnCasa pic.twitter.com/5Geo2d6MGr— Boca Jrs. Oficial (desde 🏡) (@BocaJrsOficial) March 20, 2020
Tampoco olvida a Ronaldo y Ronaldinho
A pesar de ese enorme cariño que le profesa a Diego Armando, a Solano se le hace difícil elegir el mejor jugador al que vio durante su periodo sobre las canchas.
“Sería muy ingrato elegir a uno con tantos buenos jugadores que he visto. A mí me ha tocado jugar con la generación de Ronaldinho y Ronaldo. En Argentina también estaban Claudio ‘el Piojo’ López y Hernán Crespo”, nombró Solano.
“En Colombia estaba el mismo ‘Tino’ Asprilla y en Uruguay Álvaro Recoba y un joven Diego Forlán… Todos jugadores importantísimos, grandes jugadores con los que me tocó vivir”, apuntó.
‘Ñol’ tampoco se olvidó de sus compañeros de selección como el delantero Flavio Maestri y Roberto ‘el Chorri’ Palacios, por los que pasaba todo el futbol de ataque de la Blanquirroja en aquella época.
También tiene muy presentes a defensas rivales como Cafú, Roberto Carlos y Lucio en Brasil o Roberto Fabián Ayala en Argentina.
“No ha sido fácil enfrentar a estos en mi etapa como jugador. Siempre estas selecciones han tenido grandes jugadores, todos ellos súper estrellas, porque siempre te encuentras con los mejores a nivel de selecciones”, indicó.
Éxitos
Solano trabaja como ayudante del seleccionador de Perú, el argentino Ricardo Gareca, y como técnico de la selección sub’23.
Desde el banco de la selección ha disfrutado momentos que no pudo gozar como jugador, con una clasificación al Mundial después de 36 años y una final de Copa América después de 44 años.
“Como asistente técnico, hemos tenido lindas vivencias. Hemos terminado terceros (2015) y segundos (2019). Vamos acercándonos poco a poco. Es un trabajo donde se están viendo los frutos. Se nota el buen trabajo y planificación de la Federación y nos lleva a este escenario”, apuntó Solano.
Ahora Perú afronta las nuevas eliminatorias sudamericanas para Catar 2022 con el claro objetivo de repetir éxito, pero Solano advirtió que esta vez habrá que sumar muchos más puntos para lograrlo.
El presentimiento de ‘Ñol es que los 26 puntos que dieron el billete a Rusia 2018 no serán suficientes esta vez.
“Yo creo que, en general, habrá que hacer muchos más puntos para clasificar esta vez”, indicó ‘Ñol’. “Tenemos que ir a ganar todos los puntos posibles, sobre todo en casa, y de ahí ya veremos qué pasa”, añadió el exjugador.
Solano agregó que las fortalezas de Perú son la experiencia adquirida en el Mundial y todo lo sufrido en el proceso precedente, además de mantener el mismo equipo técnico. “Eso es una ligera ventaja”.
Trompeta salsera
Fuera de las canchas y de los banquillos, Solano es un melómano y su debilidad es la salsa, la música bandera por excelencia del Callao, la ciudad portuaria de Lima donde nació hace 45 años.
Su pasión musical es tan fuerte que hasta llegó a formar una banda de salsa donde estaba a cargo de la trompeta, la que aprendió a tocar en su etapa como jugador.
“Creo que la salsa nos da alegría al jugador colombiano, ecuatoriano, peruano y también al venezolano, porque todos somos muy parecidos en las costumbres. Yo soy muy fan de Héctor Lavoe. Soy un niño viejo porque mis hermanos son muy grandes”, apuntó.
Así ‘el Maestrito’ recordó que siempre sonaba salsa en su coche cada vez que iba a entrenar cuando era jugador del Newcastle United, especialmente para animarse en los gélidos inviernos de Gran Bretaña donde amanecía con hasta -3 grados celsius.
“Cuando llegué a Inglaterra escuchaba a mis vecinos tocar el violín y el saxofón, y con mi inglés medio ‘chancado’ (mascullado) les pregunté si me podían conseguir un profesor y me lo consiguieron. Así retomé un poco lo de la trompeta”, relató Solano.
Sin embargo, ahora debe soportar un amplio repertorio de reguetón en cada viaje en el autobús de la selección peruana, pero de vez en cuando los jugadores lo complacen con alguna que otra salsa clásica.
“A veces ellos (los jugadores) nos complacen. Ricardo (Gareca) tiene la suerte de que ha jugado en Colombia y el ‘profe’ (Sergio) Santín vive allí, así que también conocen algo de salsa”, comentó.
Con ellos ‘Ñol’ aprovecha para saborear una buena salsa cada vez que los jugadores le dejan porque sabe que “después hay que comerse todo ese reguetón” hasta llegar a destino.