En un duelo en el que el Inter fue muy superior en la primera parte, el Real Madrid mejoró en la segunda y en el último suspiro apareció Rodrygo para rematar de primeras un pase en el área del centrocampista francés de 18 años Eduardo Camavinga, el último fichaje blanco, que había entrado en el campo 9 minutos antes.
Lejos de la versión sólida que el Real Madrid había mostrado en España, su bautizo en la nueva Champions estuvo marcado por las dudas, a expensas de un Inter que multiplicó las ocasiones de gol, especialmente en la primera parte.
Ante el equipo de su infancia, en el estadio en el que triunfo como jugador y entrenador con el Milan, Carlo Ancelotti regresaba a la Champions con el Real Madrid. La última vez que se había sentado en su banquillo fue en la final de Lisboa-2014, cuando llevó al gigante blanco a su histórica décima copa.
Desde entonces cayeron tres más (2016-2017-2018), siempre con Sergio Ramos levantando el trofeo como capitán.
Con el histórico 4 iniciando una nueva vida en París, la cita en el Giuseppe Meazza era el momento para que otros jugadores fueran tomando el testigo de su liderazgo.
El brazalete lo lució Karim Benzema, cinco goles en cuatro partidos en España, muy aislado en ataque este martes. Tampoco Casemiro, lejos de su mejor forma, ni Luka Modric fueron capaces de enchufar al equipo blanco.
La primera parte fue un suplicio para los jugadores de Ancelotti. Con las bajas de Marcelo y Ferland Mendy, fue Nacho el que ocupó el lateral izquierdo, con David Alaba en el centro de la zaga junto a Militao, y Dani Carvajal en la derecha.
El equipo blanco fue mejorando según transcurrieron los minutos y dos jugadores que empezaron en el banquillo combinaron para darle tres puntos cruciales.
EDUARDO CAMAVINGA. Rodrygo define bien pero CAMAVINGA. pic.twitter.com/NYwPjtMfV4
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