“Es para mi hija”, respondió Di María al periodista que le preguntaba por qué celebraba últimamente sus goles como si hiciera una llamada telefónica.
“En general, no estoy siempre en casa por las sesiones de entrenamiento, los partidos, la selección de Argentina…Así es que cada vez que anoto, hago eso. Hablamos muy seguido por teléfono. Ella quería que yo hiciera eso, y cuando tus hijos te piden eso, ¡lo haces!”, afirmó el jugador en la entrevista.
A pesar de que los médicos les comunicaron a Di María y a su pareja que su pequeña apenas tenía opciones de seguir adelante después de haber sido un bebé prematuro nacido por cesárea en 2013, Mia ha conseguido superar esta incidencia y ya se encuentra en perfecto estado.
Di María también está en un buen momento, lleva marcados 11 goles desde el mes de enero y el pasado sábado fue clave en el partido contra el Montpellier, donde anotó el 2-0 final.
En la entrevista, el jugador también hizo alusión a su mal inicio de temporada. “No la comencé bien. No estaba al nivel que esperaba haber estado. Creo que el hecho de haber jugado en la Copa América y otros muchos partidos, tuvo su influencia. Tuve una caída”.
“En 2017, pude pasar tiempo con mi familia en Argentina, recargar baterías, pensar sobre lo que ya había conseguido. Necesitaba cambiar algo, mejorar. Pude volver a anotar goles, dar más asistencias, eso es lo más importante”, agregó.
El astro argentino llegó desde el Manchester United al PSG en 2015 tras una operación de 63 millones de euros, convirtiéndose en el segundo jugador más caro en la historia de la liga francesa.
El actual jugador del PSG cuenta en su palmarés con una Liga de Campeones que ganó con el Real Madrid en 2014, dos Copas del Rey, una Liga española y otra francesa, una Supercopa de Europa y dos Copas de Francia, entre otros títulos y reconocimientos.
Mañana, miércoles, Di María intentará volver a anotar y hacer feliz a su hija en la semifinal de la Copa de Francia contra el Mónaco.