Organizada por la embajada de Argentina en Túnez en colaboración con la Agencia Efe, el partido reunió a decenas de personas que disfrutaron de un alegre y disputada jornada de fútbol que pretende se repita cada año en honor al diez argentino.
“Tuve la suerte de arbitrar a los mejores jugadores de la historia, pero ninguno como Maradona. Era una persona muy especial sobre el terreno de juego”, explicó Bennaceur a Efe antes de oficiar el sorteo de campos, saludar a los capitanes de ambos equipos, posar para la foto y dar la señal de inicio, como hiciera hace 34 años en el estadio Azteca de México.
La mano de Dios
Nacido en Túnez en marzo de 1944, Bennaceur ya era un árbitro polémico en su país cuando la FIFA lo eligió para arbitrar los famosos cuartos de final del Mundial de 1986, que pasarían a la historia por albergar el mismo día el declarado como “gol del siglo” y “la mano de Dios”, ambos protagonizados por un Maradona en el esplendor de su controvertida carrera.
“Cuando vino a verme yo le dije que ese mundial no lo había ganado la selección Argentina, lo ganó Maradona”, recordó este sábado entre decenas de aficionados, tunecinos y argentinos, que se acercaron hasta él para pedirle que firmara fotos de aquella calurosa jornada en la que Argentina sintió que se vengaba de la cercana derrota militar en las Islas Malvinas.
Bennaceur insiste desde hace años que el no vio la polémica jugada del gol con el puño “porque tanto Maradona como Shilton (portero de Inglaterra) estaban de espaldas” y que solo hizo lo que les había recomendado la FIFA en el cursillo previo al Mundial, “que confiáramos en la opinión del que estuviera mejor colocado”.
Ese no era otro, según Bennaceur, que su linier búlgaro, Bogdan Dochev, quien no levantó la bandera para señalar infracción alguna, por lo que el tunecino concedió el tanto entre las protestas de los jugadores ingleses y de un Peter Shilton que no daba crédito.
Años después, Dochev contradijo la versión de Bennaceur y aseguró que la FIFA impedía a los asistentes discutir las decisiones del árbitro principal.
El búlgaro incluso dejó entrever que el tunecino carecía de experiencia internacional, pese a que en los años previos había dirigido la final de la Copa de África tanto en 1984 y 1986, dos partidos del mundial sub20 y un encuentro previo en el propio mundial de México: el que enfrentó a Polonia y Portugal en la primera fase, con victoria de los polacos con gol de Smolarek (1-0).
La visita de Maradona
El 17 de agosto de 2015 Bennaceur, que durante el Mundial de México actuó como asistente en tres partidos más -entre ellos el que enfrentó a España con Dinamarca en segunda ronda-, recibió en su casa la visita del astro argentino, que le regaló una de sus camisetas firmadas y declaró que el tunecino era su “amigo eterno”.
Una visita que recordó hoy a los chicos de Coerver Agfa a los que dijo que para ser tan grande como Maradona no solo hay que tener las técnica excelsa que desplegaba “el pelusa”, si no tener “una personalidad arrolladora”, algo que dijo echar en falta en Messi, dijo Bennaceur que tras aquella calurosa tarde en México solo arbitró un partido más: en la copa de África de 1988.
“Él llevó a su equipo a la victoria, y el equipo le daba el balón. Dominaba todo el campo con su presencia”, les dijo a los capitanes, Iago Martín y Hamza L, antes de entregarles la copa en presencia del embajador de Argentina en Túnez, Claudio Ronzacwaig quien se comprometió a seguir cooperando con las autoridades tunecinas para que esta sea solo la primera de las muchas ediciones de la “Copa Maradona-Bennaceur” en Túnez.