Pese a sufrir mucho ante un Eibar que dominó buena parte del duelo, el Atlético sumó su segunda victoria consecutiva del año -tras el triunfo ante el Las Palmas en la Copa del Rey- y tres puntos que, a la espera de lo que hagan Real Sociedad -más tarde- y Villarreal -mañana-, lo llevaron de nuevo a posiciones de Liga de Campeones.
Por juego y oportunidades, los vascos merecieron más. Porque, en la primera parte, como acostumbran en su cancha, dominaron el duelo y protagonizaron las mejores ocasiones. Fueron, sin embargo, pocas y no le sirvieron para sacar provecho.
Su falta de acierto en la finalización y la capacidad de resistencia de los rojiblancos evitaron que los dirigidos por José Luis Mendilibar se adelantaran en el marcador.
Pese a que el japonés Takashi Inui fue el hombre destacado de los vascos, el gol pudo anotarlo Adrián, rozando la media hora de partido, con un remate tras un centro de Ander Capa, que detuvo bien Moyá.
No tuvo mucho más trabajo el arquero de un Atlético incapaz de imponerse en el mediocampo, pese a su superioridad. Y es que Saúl, Gabi, Koke y Griezmann tuvieron enormes dificultades para combinar.
El delantero francés no pudo aprovechar la oportunidad más clara de los de Simeone en los primeros 45 minutos, con un disparo que salió ligeramente desviado tras una rápida transición de los rojiblancos.
Cambio de actitud
El choque exigía cambios. Y el técnico argentino del Atlético los buscó tras la pausa, dando entrada al croata Sime Vrsaljko en lugar de Juanfran.
El panorama, sin embargo, mutó cuando el Eibar perdió cierta compostura y el dominio del balón, y dejó más espacios a los rojiblancos, que durante 15 minutos ganaron en acierto y velocidad.
En su segundo remate de la segunda parte, el primero entre los tres palos, el Atlético se adelantó. Lo hizo en una jugada de estrategia, con un cabezazo perfecto de Saúl tras un centro medido de Filipe Luis. Solo y en fuera de juego, el centrocampista rojiblanco cruzó al palo izquierdo de Yoel Rodríguez, y el árbitro lo validó.
Lejos de arrugarse con el gol, el Eibar pasó a dominar de nuevo. Pero cuando más asediado estaba el Atlético, Griezmann sentenció.
Más de dos meses después de su último tanto en la Liga, el delantero galo se reencontró con el gol en una jugada que inició él mismo, prosiguió su compatriota Kevin Gameiro con una gran combinación y concluyó el artillero rojiblanco con un buen remate sin oposición.
Muy oportuno en sus escasas ocasiones, el Atlético sentenció así un duelo en el que el Eibar jugó mejor y cuyo resultado lo llevó provisionalmente a la cuarta posición.