El conjunto azulgrana tuvo muchas menos dificultades de las previstas para superar a un Celta que ofreció una pésima imagen en el Camp Nou. En nada se pareció al equipo que en la primera vuelta de la Liga española venció precisamente al Barcelona por 4-3.
Una imagen demoledora
El Barcelona salió avisado y no dio la más mínima opción. Fue su mejor versión del último mes, la de un equipo incisivo en la presión, hábil en el manejo del balón y resolutivo en ataque. Al frente se situó Messi con un un doblete. Lleva 23 tantos en Liga, donde es el máximo goleador.
El argentino inició su cuenta y la de su equipo a los 24 minutos con un colocado disparo desde la frontal del área y Neymar aumentó la ventaja antes del descanso con un habilidoso toque por encima del arquero.
Nada varió en la segunda parte. El Celta siguió con su actitud contemplativa y perdió cada batalla individual ante un Barcelona lleno de inspiración. El equipo azulgrana jugó con la confianza de sus mejores tiempos.
El conjunto de Luis Enrique completó la goleada con tantos de Ivan Rakitic, Samuel Umtiti y otro de Messi. De esta forma se llenó de autoestima para la cita del miércoles, en la que deberá hacer una gesta para pasar a los cuartos de final de la Liga de Campeones después de perder 4-0 en la ida de octavos ante el Paris Saint-Germain. Sus hinchas lo ven hoy más posible.