El caso de Neymar lleva dos años en los juzgados, de donde podría salir en breve si este lunes la junta directiva, que ya se reunió el pasado viernes sin concretar la posición final, decide pagar la multa, admitir que el club cometió dos delitos fiscales, lo que exonerará de cualquier cargo al presidente Bartomeu y al expresidente Sandro Rosell, y evitar que el caso sea juzgado.
De esta forma, mañana los directivos de Bartomeu tienen en sus manos liquidar el asunto Neymar -al margen de cómo pueda evolucionar una demanda presentada por la empresa DIS contra el jugador por estafa en el traspaso-, aunque algunos socios ya han mostrado su disconformidad con esta aceptación, caso del expresidente Joan Laporta y el exdirectivo y candidato en las pasadas elecciones Toni Freixa, entre otros.
Laporta anunció el pasado viernes que podría emprender acciones legales a raíz del pacto entre la directiva azulgrana con la Fiscalía y la Abogacía del Estado, porque entiende que el FC Barcelona “quedaría como único inculpado por dos delitos fiscales”, y avisó que Rosell y Bartomeu “se equivocan si piensan que pueden utilizar el dinero del FC Barcelona para quedar liberados de su mala gestión”.
Por otra parte, Toni Freixa, que fue portavoz de la junta en la etapa de Sandro Rosell, ha señalado estos días en Twitter: “La vergüenza del pacto es que el Barsa quede como un delincuente, que justamente es lo que quieren la Fiscalía y la Abogacía del Estado. No lo permitiré”.
Debido al emplazamiento que les hizo el juez, para que estudiasen un pacto antes del 30 de junio para evitar el juicio, la directiva del Barcelona está dispuesta a aceptar el acuerdo de conformidad de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado y a asumir una multa de 55 millones de euros, lo que exonera de culpa a Rosell y Bartomeu, pero que hace que el FC Barcelona asume dos delitos fiscales, correspondiente a los ejercicios 2011 y 2013.
Se trata de una partida de 10 millones de euros que el Barcelona pagó a Neymar en el 2011 para atar su contratación y 40 millones más que abonó en el 2013 a la empresa de la familia Neymar (N&N) una vez contratado.
Según Hacienda, estos pagos se tendrían que haber declarado como salario del jugador y no como prestación de servicios de persona jurídica, lo que comportaba unas retenciones que no se hicieron.
Ello ya llevó al Barcelona hace dos años a adelantar a Hacienda 135 millones de euros ante la posibilidad de que saliese culpable. Al aceptar la multa de 55 millones de euros, y como el dinero que se debía declarar era de 93 millones de euros, al final al club sólo le quedará por abonar 15 millones, si mañana la junta da el visto bueno en una segunda reunión para liquidar el caso Neymar.