No obstante, Messi afronta el choque de vuelta de los cuartos de final ante una de sus víctimas preferidas, cuanto no la que más, ya que en 29 partidos contra el Atlético, el argentino ha marcado 25 goles, diez de ellos en el Calderón.
Messi lleva cuatro partidos seguidos sin marcar, una sequía inusual en el líder de los barcelonistas, que, si bien ha bajado su ritmo anotador en las últimas temporadas, se ha mostrado siempre solvente a la hora de sacar las castañas del fuego a su equipo.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) April 12, 2016
No llega el partido contra el Atlético en el mejor momento para los azulgrana, con todas las opciones aún en las tres competiciones en las que juegan, pero con unos últimos resultados y juego exhibido que han despertado algún fantasma en el barcelonismo, que choca contra una idea también bastante extendida entre muchos barcelonistas acerca de la fe ciega en los suyos.
El posible bloqueo mental que han podido sufrir algunos jugadores a estas alturas de la temporada, tras haber firmado hace unas semanas 39 partidos seguidos sin perder, o la disposición de menos recursos tácticos para atacar defensas casi imposibles de penetrar, además de actuaciones estelares de los metas rivales, entre otros factores, han llevado al equipo de Luis Enrique Martínez a sufrir un frenazo en seco cuando todo le iba de cara.
Para el partido de mañana, el Barsa recuperará al sancionado Luis Suárez, doble goleador en el partido de ida contra el Atlético (2-1) , y que estuvo ausente en Anoeta, donde el equipo catalán volvió a mostrarse negado ante la meta rival y acabó perdiendo un partido (1-0) cuyo resultado se originó por el único disparo a puerta (minuto 5) de la Real.
Además de que Messi recupere el olfato goleador, tras el último tanto que marcó, en la vuelta de la Liga de Campeones contra el Arsenal en el Camp Nou, al Barcelona también le interesa romper con una racha en contra, como es la de haber encajado como mínimo un gol en los últimos cinco partidos.
El Barcelona arranca con una ventaja de 2-1. Cualquier empate le beneficia, pero un mínimo 1-0 le dejaría fuera por el valor doble de los goles fuera de casa en caso de quedar empatada la eliminatoria.
Al poder goleador de Messi contra el Atlético, la estadística también sonríe al Barcelona de Luis Enrique, ya que desde la llegada del asturiano al banquillo barcelonista los siete partidos en que se ha medido al Atlético han acabado con victoria azulgrana.
En el banquillo apuesto, Diego Pablo Simeone ha disputado dieciséis partidos contra el Barcelona, en los que ha perdido nueve, ha empatado seis y sólo ha ganado uno (1-0) , el que hace dos temporadas le sirvió al Atlético para eliminar al Bara en los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Fue aquel partido el que ha roto en los últimos ochos años una estadística contundente del Bara, pues en siete ocasiones de los últimos ocho cursos el equipo catalán ha jugado la semifinal, mientras que no pudo acceder en la 2013-14 porque el Atlético le eliminó en cuartos, tras un 1-1 en el Camp Nou y la vuelta en el Calderón con el 1-0.
