Tras siete temporadas en el equipo azulgrana, el futuro del internacional brasileño de 32 años parecía lejos del Camp Nou dado el estancamiento de las negociaciones para su renovación y las ofertas de grandes clubes europeos para hacerse con sus servicios.
El lunes, el Barcelona incluso presentó a quien debería convertirse en su recambio, el español procedente del Sevilla Aleix Vidal, y el propio Alves dejó entender su marcha el domingo durante las celebraciones del triplete de Liga, Copa del Rey y Liga de Campeones conseguido esta temporada.
“Gracias a todos ustedes por hacerme feliz en este club. No sé cuanto durará este sueño, no sé si ha llegado al final”, dijo el brasileño visiblemente emocionado mientras la afición coreaba su nombre y le pedía que se quedara en el club.
Discutido en los últimos años, Alves recuperó en el tramo final de este curso el estado de forma que lo convirtió en pieza clave del Barcelona entrenado por Pep Guardiola.
En sus siete temporadas de azulgrana, el zaguero brasileño, íntimo de Leo Messi y Neymar, disputó 343 partidos oficiales y consiguió 19 títulos, entre ellos tres Ligas de Campeones.
La renovación de Alves, que hace sólo dos semanas afirmó tener pie y medio fuera del Barcelona, supone un alivio para el club que, sancionado por la Fifa por incumplir la normativa de fichajes de menores, no podía inscribir a Vidal hasta enero de 2016.
Este acuerdo abre también la puerta de salida al brasileño Douglas Pereira, fichaje fallido del año anterior, y al español Martín Montoya, canterano del Barcelona que debía convertirse en el relevo de Alves pero nunca terminó de cuajar en el primer equipo.
Así fue la reacción de Dani Alves en sus redes sociales tras anunciarse su renovación con el club.