El equipo entrenado por Pep Guardiola se vio atrapado en la tela de araña preparada por Tuchel, que demostró su talento como estratega.
Tras la entrega del trofeo, sobre el césped del estadio del Dragón de Oporto, el técnico aseguró al propietario ruso del Chelsea, Roman Abramovich, que quería también “el próximo título”.
“Siempre tengo hambre. Mi deseo es progresar como entrenador y presionar hasta el límite a mi grupo la próxima temporada”, declaró Tuchel, fichado en enero con un contrato que dura hasta junio de 2022.
Como buen empresario, Abramovich debe valorar la determinación de su entrenador, pero sabe que más allá de la voluntad hacen falta elementos sobre los que construir un éxito duradero y no puntual.
Esos elementos podrían ser los integrantes de un plantel prometedor, con varios jugadores muy talentosos por debajo de los 25 años. Es el caso por ejemplo del alemán Kai Havertz (21 años), el autor del gol de la final del sábado.
“Su actitud fue perfecta. Va a ser una superestrella, corre como un loco”, estimó su capitán, el español César Azpilicueta.
Diamantes por pulir
El club no duda en hacer fuertes desembolsos para hacerse con diamantes por pulir.
Havertz, llamado a ser una de las posibles figuras en la Eurocopa (11 junio-11 julio), representa el fichaje más caro de la historia de los ‘Blues’, que le contrataron en septiembre por más de 80 millones de euros (97,5 millones de dólares).
El jugador nacido en Aquisgrán fue “el héroe del Chelsea, transmitió clase con el balón, acercándose al fichaje de alta gama fichado el pasado verano (boreal)”, destacó el diario The Guardian.
Los londinenses invirtieron además importantes cantidades por el alemán Tim Werner (25 años) y por el estadounidense Christian Pulisic (22 años). Estas jóvenes estrellas coinciden además con figuras emergentes procedentes del centro de formación del Chelsea, Reece James (21 años) y Mason Mount (22 años), autor de la asistencia para el gol de Havertz.
Titulares en Oporto, Mount y James comenzaron vistiendo la camiseta azul del Chelsea con apenas seis años de edad, igual que el atacante Callum Hudson-Hodoi (20 años), suplente el sábado.
El retrato de familia no estaría completo sin el goleador Tammy Abraham (23 años), revelación la pasada temporada, pero que juega poco desde la llegada a mediados de enero de Tuchel.
A ellos se suman ‘pesos pesados’ con más trayectoria como el brasileño Thiago Silva, el español Azpilicueta o el francés N’Golo Kanté, ese último elegido el mejor jugador de la final.
¿Contrato de renovación?
“Hemos tenido dificultades esta temporada, pero hemos progresado como equipo. Queremos construirlo sobre ello y lograr cosas especiales”, señaló Azpilicueta.
“Pido estar en ello”, insistió el ambicioso Tuchel, que quiere seguir más tiempo en el Chelsea que los 18 meses inicialmente previstos en su contrato.
“Creo que tengo un nuevo contrato”, sonrió el entrenador alemán. La prensa inglesa hablaba este domingo de una renovación por un año más, lo que ampliaría la relación Chelsea-Tuchel hasta 2023.
Pese a las apariencias, entrenar al Chelsea no es fácil y los técnicos que condujeron al club a un título continental fueron pronto relevados.
El italiano Roberto Di Matteo, que dio al Chelsea su primera Champions League en 2012, fue despedido seis meses más tarde. El español Rafa Benítez y el italiano Maurizio Sarri, que ganaron la Europa League en 2013 y 2019, se marcharon al término de esa temporada.
¿Hasta dónde llegará entonces este matrimonio que ahora parece en plena luna de miel?